Niños que hacen parte de la caravana de migrantes se observan en todos los rincones de las carpas en el deportivo Jesús Martínez, en Ciudad de México (México), el miércoles 7 de noviembre de 2018. EFE/Archivo

Washington – Un grupo de abogados pidió anoche a una jueza federal que ordene inspecciones inmediatas en los centros de detención de menores inmigrantes en el país, informó hoy el grupo proinmigración «Families Belong Together».

En un comunicado, la organización señaló que los letrados presentaron su petición tras entrevistar a decenas de menores en instalaciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés).

En su solicitud, los abogados exigieron «una supervisión independiente de las instalaciones que mantiene la CBP e inspecciones inmediatas por parte de expertos en salud pública».

«Esto es malvado. Los menores continúan muriendo bajo custodia de EE.UU. y la Administración de (Donald) Trump tiene sangre en sus manos», dijo en el comunicado la presidenta de «Families Belong Together», Jess Morales Rocketto.

«Los menores están durmiendo en el suelo, forzados a llevar ropa sucia y sin acceso habitual a comida y agua -subrayó Morales Rocketto.- Todos los estadounidenses deberían leer estas transcripciones y pedir que la Administración de Trump cierre los campamentos para que ningún menor fallezca por esta tortura».

El grupo recordó que en los últimos ocho meses seis menores inmigrantes han perecido bajo custodia de las autoridades.

Medios de comunicación locales precisaron que los abogados presentaron su solicitud, en nombre de menores inmigrantes, a la jueza federal Dolly Gee, en los Ángeles.

Su petición contempla la inspección inmediata de todos los centros de la CBP en El Paso y Rio Grande (Texas), y que se garantice el acceso de profesionales médicos a los menores para evaluar sus necesidades físicas y psicológicas.

También exigen que se forme «un equipo de gestión intensiva de los casos» para aliviar el retraso en la transferencia de menores migrantes de la custodia de la CBP al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés).

De acuerdo al diario The Washington Post, la ley establece que ese traspaso debe ocurrir en tres días para que HHS pueda trabajar para reubicar a los menores con sus padres o con tutores que ya estén en el país, pero algunos niños y adolescentes han permanecido arrestados hasta tres semanas.

«En 33 años representando a menores que llegan sin compañía de adultos y son detenidos, bajo diferentes Gobiernos, tanto republicanos como demócratas, jamás hemos visto uno que actúe tan insensiblemente y con tanta crueldad hacia los niños», dijo Peter Schey, presidente del Centro para Derechos Humanos y Ley Constitucional, a ese rotativo.

Este jueves, el Departamento de Seguridad Nacional informó de que el hasta ahora director en funciones del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés), Mark Morgan, asumirá el control de la CBP.

La llegada de Morgan a la agencia fronteriza se produce después de que su predecesor al frente de la CBP, John Sanders, dimitiera este martes afectado por la polémica desatada por las acusaciones sobre las condiciones de detención de menores inmigrantes en un centro en Clint, en Texas, tras una visita de abogados.

Los letrados advirtieron de que cientos de menores de edad permanecían en el lugar en condiciones insalubres, sin pañales para bebés, jabón, ropa limpia, cepillos de dientes ni comida adecuada, versión que fue rechazada por un funcionario de la CBP.

Además de esas denuncias, la impactante imagen publicada esta semana de un padre y su hija ahogados al intentar cruzar el río Bravo en la frontera con México ha puesto el foco una vez más sobre la crisis humanitaria que se vive en esa zona.