El representante regional de Acnur para el Sur de América Latina, Juan Carlos Murillo, participa en su encuentro con el canciller de Paraguay, Antonio Rivas, este martes en Asunción (Paraguay). EFE/Noelia F. Aceituno

Asunción – El representante para el Sur de América Latina del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados (Acnur), Juan Carlos Murillo, aseguró que su oficina está «dispuesta» a recibir nueva información de Paraguay sobre los tres militantes de izquierda que encontraron refugio en Finlandia, pese a que están reclamados en su país por un caso de secuestro.

Juan Arrom, Anuncio Martí y Victor Colmán eludieron el cerco de la Justicia paraguaya estando en Uruguay, país que les concedió refugio y desde el que a principios de este mes viajaron a Helsinki con la mediación de Acnur.

Murillo, que se reunió este martes con el canciller de Paraguay, Antonio Rivas, para conversar sobre la situación de los tres hombres, sostuvo que Acnur mantiene la disposición de «recolectar más información y compartirla con los Estados» que concedieron el refugio.

No obstante, no aclaró qué documentos esperan por parte de la Cancillería paraguaya, mientras que desde ese estamento insisten en que ya informaron a Acnur de la situación procesal en la que se encuentran los tres refugiados por «presunta comisión de secuestro extorsivo».

Lo que para Paraguay es «un delito común grave» cometido antes de la solicitud de refugio.

La decisión sobre el estatus de los tres hombres depende ya de los países que les otorgaron, así como de su normativa interna y de su ordenamiento jurídico.

«La condición de refugiado puede, en un momento dado, ser revisada, y existen en derecho internacional distintas figuras. La cancelación, la revocación, la secesión o, incluso, podría haber una renuncia. Eso depende de cada ordenamiento jurídico, eso es una evaluación que realiza el Estado. El estado decide», señaló Murillo a los medios.

El representante regional de Acnur también le entregó al canciller la respuesta del Alto Comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi, a la «enérgica protesta» presentada por Paraguay a principios de mes tras la llegada a Finlandia de los tres militantes.

En ese documento, Grandi dice a Paraguay que «toma cualquier alegación de abuso de la institución del asilo muy seriamente» e invita al país a aportar «información disponible» para volver a estudiar y a analizar «cuidadosamente» el caso.

La salida de Arrom, Martí y Colmán de Uruguay a Finlandia molestó a las autoridades paraguayas, que vieron una vez más cómo los tres hombres evadían la Justicia del país.

Los tres contaban con asilo político en Brasil desde 2003, cuando huyeron de Paraguay alegando torturas por parte de las autoridades antes del juicio por el secuestro en 2001 de María Edith Bordón, nuera de un exministro de Hacienda.

Lograron mantener ese estatus hasta este año, después de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) absolviera de toda responsabilidad a Paraguay, por falta de pruebas, de las supuestas torturas.

Entonces, Brasil les revocó el estatus y huyeron a Uruguay, donde consiguieron refugio y desde donde salieron a Finlandia a principios de octubre.