Fotografía del 22 de febrero de 2019 donde aparecen dos agentes de la Patrulla Fronteriza mientras atienden a unos niños en un punto del área conocido como Quitobaquito, en la frontera de Arizona con México (EE.UU.). EFE/Paula Díaz/Archivo

Washington – Al menos 18 bebés menores de dos años de edad fueron separados de sus padres en la frontera de EE.UU. con México entre 20 días y 6 meses durante la aplicación de la política de “tolerancia cero” el año pasado, según un informe divulgado este viernes por el Congreso.

El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de EE.UU., que está indagando la política de seguridad fronteriza de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, reveló en ese análisis que al menos 2.648 menores de edad fueron separados de sus padres en el periodo de la política de “tolerancia cero”.

De entre esos bebés, nueve eran menores de un año en el momento en que fueron separados de sus progenitores en el linde con México.

El estudio, basado en información proporcionada por el Gobierno de Trump, concluye también que varios niños fueron recluidos en las instalaciones de la Patrulla Fronteriza durante más de las 72 horas permitidas.

Cuando un menor es detenido en la frontera de EE.UU. por intentar entrar o ser introducido ilegalmente en el país, debe ser trasladado a un centro de menores controlado por el Departamento de Salud y Servicios Humanos dentro de los tres primeros días de ingreso.

El anuncio de estos nuevos datos llega en una semana en la que se han celebrado dos audiencias sobre las condiciones en las que viven los niños en los centros de detención para migrantes.

En la celebrada el miércoles, la madre de una niña guatemalteca de 19 meses, fallecida en mayo de 2018 tras enfermarse en un centro de detención para inmigrantes en el que estaba arrestada, explicó al detalle lo que sucedió para que su pequeña muriera.

El debate en la Cámara Baja tuvo lugar en momentos en que los centros a los que son llevados los inmigrantes indocumentados han quedado bajo el escrutinio público por las denuncias, especialmente relacionadas con las condiciones insalubres en las que viven los menores.

El Gobierno de Trump asegura que existe una crisis humanitaria en la frontera con México, que ha derivado en el hacinamiento en las instalaciones de las autoridades fronterizas.

Durante los últimos meses se ha denunciado la muerte de seis niños en centros de detención. La última se conoció el pasado 23 de mayo, cuando las autoridades confirmaron el deceso, en septiembre de 2018, de una migrante salvadoreña de 10 años.