Fotografía que muestra a un grupo de personas que observan la construcción de un muro de acero en la localidad de Sunland Park, en Nuevo México (México). EFE/Archivo

Tucson (AZ) – Alcaldes de ciudades fronterizas aseguran que no existe una «crisis» en la frontera, tal y como afirma el presidente Donald Trump, que el muro que el mandatario quiere construir no es la «solución mágica» y temen el impacto económico en sus comunidades del cierre parcial del Gobierno.

«Nos afecta que el país crea que existe una ‘crisis’ en la frontera y que nos vean de una forma negativa. La gente que vivimos en la frontera nos dedicamos más al crecimiento económico y no tanto a la seguridad nacional», dijo a Efe Arturo Garino, alcalde independiente de la ciudad fronteriza de Nogales, en Arizona.

El regidor, quien asumió su cargo la semana pasada, dijo que espera que, durante su visita de hoy a la ciudad fronteriza de McAllen, en Texas, Trump escuche el punto de vista de los residentes y dirigentes locales, muchos de los cuales se oponen al muro que ha llevado al cierre parcial del Gobierno desde hace 19 días.

Jonathan Rothschild, alcalde demócrata de Tucson (Arizona), comparte el mismo punto de vista que Garino y señaló a Efe que «la región fronteriza tiene que ser vista con una mente abierta» y que el «muro fronterizo no es la solución mágica» para resolver los problemas de seguridad.

En su opinión, en la frontera se vive más una crisis humanitaria que de seguridad, como reflejan los cientos de familias migrantes que en los últimos meses han sido liberadas una vez que han sido procesados por inmigración.

En 2017, el concejo de Tucson firmó una resolución en contra del muro y Rothschild se mantiene en su postura contraria a la de Trump, que forzó el cierre del Gobierno después de la negativa de la oposición demócrata a una partida de 5.700 millones de dólares para el muro en el proyecto de presupuesto que se discute en el Congreso.

«Temo que si el cierre del Gobierno se extiende podría afectar el tiempo de espera del cruce fronterizo, algo que afectaría a la economía de nuestra región», aseguró Garino, que recuerda que desde hace años ya existe una barrera en la frontera en su ciudad.

Garino espera los reportes de actividad económica para saber hasta qué punto esta situación afecta las operaciones en los puertos de entrada, donde se han reportado largas filas de espera, que muchos culpan a que numerosos agentes se ausentan de sus puestos al tener que trabajar sin salario desde hace 19 días.

Rothschild consideró que el cierre del Gobierno responde en gran medida a los deseos del presidente de cumplir con su promesa electoral y no tanto como respuesta a un problema de seguridad, y lamentó que empleados federales, muchos de ellos agentes fronterizos y de aduanas, no vayan a recibir este viernes el pago de su salario.

El alcalde de Tucson enfatizó que las ciudades fronterizas son lugares seguros, donde los niveles de criminalidad son menores que en otras partes del país, lejos del panorama que dibujó este martes el presidente en su alocución a la nación para justificar la necesidad de construir el muro.

En este sentido, el jefe de la Policía de Houston, Art Acevedo, dijo a periodistas el miércoles que la supuesta crisis en la zona fronteriza no existe y pidió a los dirigentes estatales y federales que dejen el «teatro político» y se centren en luchar la inseguridad donde más es necesario, en las grandes ciudades del país.

Acevedo, que lidera la Asociación de Jefes de Policía de Grandes Ciudades de EE.UU., aseguró que los índices de criminalidad en la región sur era bajo antes de la llegada masiva de inmigrantes indocumentados a la frontera y sigue siéndolo después.

Coincide con su diagnóstico el alcalde de McAllen, Jim Darling, quien dijo en declaraciones recogidas por el diario «Texas Standard» que, a pesar de recibir el equivalente de una caravana de migrantes cada tres o cuatro días, no se puede hablar de crisis.

«Un muro no es realmente una forma efectiva de proteger nuestra frontera», dijo Darling al destacar que cuentan con barreras naturales que hacen innecesaria la construcción que desea Trump, al tiempo que pidió a los políticos en Washington que resuelvan la situación con una reforma migratoria.

El alcalde de Laredo, Pete Saenz, presidente además de la Coalición Fronteriza de Texas, que aúna a regidores y jueces de la zona sur del estado, indicó a la cadena de radio NPR que no es necesario un muro para lograr una necesaria seguridad que debe estar basada en mayor tecnología y personal de fuerzas del orden.

«Podemos encontrar otras soluciones (al muro). El tráfico de drogas es un problema, pero un muro no frenará el cruce de drogas que sabemos ocurre con más frecuencia en los puertos de entrada», enfatizó Rothschild.