Tijuana (México)- Autoridades de México se encuentran en alerta ante la posibilidad de que el Gobierno estadounidense comience a regresar a migrantes para que esperen en el país latinoamericano la resolución de sus solicitudes de asilo, informaron a Efe fuentes gubernamentales.

Las fuentes indicaron que no se recibirá a los repatriados que no sean nacionales de ese país, o extranjeros con una condición previa legal, en suelo mexicano.

El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó el 20 de diciembre pasado que los ciudadanos no mexicanos pertenecientes a las caravanas que partieron a mediados de octubre desde Centroamérica y que ingresaron a Estados Unidos en busca de asilo tendrían que esperar en México a que se resuelva su trámite.

Sin embargo, autoridades mexicanas señalaron a Efe que la instrucción precisa que tienen del Gobierno federal «es la de no recibir a ninguna persona repatriada de Estados Unidos que no sea nacional mexicano, o que tenga una estancia legal previa en este país por trámites previos realizados, o por haber estado viviendo aquí».

Indicaron que «esa instrucción no ha cambiado» y que no se ha informado de manera oficial que se esté considerando algún cambio.

Por tanto, refirieron que de llegar migrantes a los «filtros» del Instituto Nacional de Migración (INM), en las fronteras se aplicarán los procedimientos que ya existen, y que en el caso de extranjeros sin estancia legal, procedería la deportación, según sea el caso.

Al margen de esto, afirmaron que se mantienen en alerta para cualquier contingencia o emergencia que se pudiese registrar por esta situación.

El mismo día en que Trump anunció en diciembre pasado que devolvería a México a los migrantes que accedieran al país irregularmente por la frontera común, incluidos los solicitantes de asilo, la cancillería mexicana indicó que el país latinoamericano aceptaría «por razones humanitarias y de manera temporal» el reingreso de algunos extranjeros provenientes de Estados Unidos.

Ante las críticas de que había cedido a la presión de Washington, el Gobierno de México aseguró el 24 de diciembre que actuará en «ejercicio pleno» de su soberanía en el tratamiento de la crisis migratoria.

«Reiteramos nuestro deseo de mantener una muy buena relación con el Gobierno de Estados Unidos, una relación de amistad, de cooperación para el desarrollo», declaró el presidente Andrés Manuel López Obrador, en una conferencia de prensa.

Y al mismo tiempo, añadió, «mantener nuestros principios de defensa y de respeto a los derechos humanos de los migrantes».