Madrid.- La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció hoy el uso populista y electoral de la emigración y lamentó que ese fenómeno se perciba «como una amenaza».

«Hay mucho de populismo, mucho de mirar las elecciones y mucho de mirar las encuestas» en el debate sobre la inmigración, dijo Bachelet durante un foro sobre el 70 aniversario sobre la Declaración Universal de Derechos Humanos celebrado en Madrid, en el que habló sobre el trabajo de su oficina en cuestiones migratorias.

La expresidenta chilena deploró también que en muchos países «se ve la emigración como una amenaza».

«La inmigración en sí no es un problema, es un hecho histórico» y forma parte de la «historia de la humanidad», pero lo que hay que hacer es «organizarlo adecuadamente», insistió.

Bachelet explicó que las reticencias sobre la llegada de migrantes extranjeros no son exclusivas de países desarrollados y recordó que en algunas zonas de Sudáfrica ha habido descontento por la presencia de personas de otros países del continente.

En su opinión, hay sectores rurales «que han sentido que la inmigración tiene más beneficios que ellos», lo que a veces se agrava porque los migrantes aceptan «cualquier tipo de trabajo».

Por ello, urgió a combatir las desigualdades internas como forma de evitar el miedo a la llegada de emigrantes extranjeros.

Bachelet resumió la emigración es «uno de los grandes ejemplos de por qué el multilateralismo sigue siendo esencial» y en este sentido destacó el Pacto Global sobre migraciones firmado ayer en la ciudad marroquí de Marrakech.