EFE/EPA/CLEMENS BILAN

Berlín – El ministro alemán del Interior, Horst Seehofer, ratificó este jueves la disposición de su país a acoger a una cuarta parte de los rescatados en el Mediterráneo y trasladados a Italia, frente a las críticas suscitadas entre su bloque conservador, y negó que tal decisión implique un «efecto llamada».

«Los rescates marítimos son un deber humanitario y acoger a esas personas, una vez comprobada su identidad y estatus, es una contribución solidaria a los países por donde entraron», afirmó el ministro, de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU).

Seehofer argumentó asimismo que se ha entrado «en una nueva etapa de buena cooperación» con Italia a raíz del cambio de gobierno en Roma, aunque sin citar explícitamente al exministro de Interior Matteo Salvini, quien aplicó la política de puertos cerrados a las ONG implicadas en los rescates.

En los últimos 15 meses -es decir, bajo la gestión de Salvini-, Alemania acogió a 225 rescatados en el mar, según cifras de Seehofer.

Se trata de algo menos de la mitad de los 565 migrantes a los que el país se comprometió a acoger, una vez salvados y en virtud de los sucesivos acuerdos adoptados entre distintos países europeos para hacerse cargo de esas personas.

Este desfase entre la cifra inicial y los que acabaron siendo trasladados a Alemania se debe a que únicamente se materializó la acogida de aquellos cuya identidad pudo probarse «con garantías de seguridad», afirmó el ministro.

Las explicaciones de Seehofer siguen a las críticas surgidas entre el bloque conservador de la canciller Angela Merkel a la disposición a acoger a una cuarta parte de los rescatados y trasladados a Italia.

Seehofer expresó asimismo su confianza es que se logrará crear un mecanismo automático para sistematizar esta fórmula de reparto entre Alemania, Francia, Italia y Malta en la reunión de titulares de Interior que tendrá lugar bajo la presidencia finlandesa de la Unión Europea (UE), el próximo 23 de septiembre.

Con ello se pretende evitar, según el ministro alemán, situaciones como las que se dan actualmente, en que las personas rescatadas pueden pasarse semanas en situaciones dramáticas hasta que finalmente se define qué país asumirá su acogida.