El Cardenal de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga.

Tegucigalpa – El Cardenal de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, criticó de forma enfática durante la homilía de este domingo a los “grupos de poder” que “solo piensan en cómo perpetuarse en el poder”.

– El líder religioso reprochó que en Honduras solo se vive pensando en elecciones aunque estas estén a tres años de ocurrir.

– Criticó la falta de diálogo en el país, al tiempo que lamentó las masacres que ocurren con mayor frecuencia.

En ese orden, el máximo líder de la Iglesia Católica en Honduras también reprochó como problema de país que estos grupos viven pensando en unas elecciones que van realizarse hasta dentro de tres años.

“Estamos viviendo en Honduras tristemente en tinajas vacías, los principales problemas de nuestro país no es pensar en unas elecciones que van a venir dentro de tres años y pareciera que es el único problema hoy en día”, reflexionó el jerarca religioso durante la homilía de este domingo en La Catedral Metropolitana.

A renglón seguido el Cardenal Rodríguez consideró que en la actualidad no hay diálogo en Honduras, ni comprensión ni mucho menos amor.

“Ahí no hay comprensión, diálogo ni amor ahí lo que hay intereses personales de grupos y solo pensando en cómo perpetuarse en el poder”, apostilló.

Ante lo anterior, instó a buscar el amor transformador de Dios que es quien puede ofrecer a Honduras el vino del amor y la armonía.

“Que triste ver cómo nos estamos deshumanizando, esas masacres que se contemplan semanas tras semanas no es signo de una sociedad humanizada”, agregó.

Cabe señalar que en las primeras tres semanas del año se contabilizan ocho masacres en el territorio nacional con un saldo de 29 muertos.

En ese sentido, el Cardenal hondureño lamentó la actual sociedad deshumanizada que persiste en Honduras.

Ante lo anterior, instó a buscar a Cristo a través de María, su madre, quien “es el primer modelo del cristianismo”.

Puntualizó que es necesario una cambio personal y solo se puede lograr con la ayuda del Señor Jesucristo través de la alegría del evangelio.

“¿Qué necesitamos cambiar en nuestras vidas para pasar de una vida insípida a una vida llena de sentido?”, cuestionó.

Al respectó, instó a un cambio profundo y al igual que María madre de Dios hacer los que Dios diga.

A continuación Proceso Digital reproduce la lectura del día:

Lectura del santo evangelio según san Juan (2,1-11).
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí.
Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice:«No tienen vino».
Jesús le dice:«Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha
llegado mi hora».
Su madre dice a los sirvientes:«Haced lo que él os diga».
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los
judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dice:«Llenad las tinajas de agua».
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les dice:«Sacad ahora y llevadlo al mayordomo».
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde
venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces
llama al esposo y le dice:«Todo el mundo pone primero el vino bueno y,
cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino
bueno hasta ahora».
Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.