En la imagen, el presidente estadounidense, Donald Trump habla con la prensa a su salida de la Casa Blanca en Washington (Estados Unidos) rumbo a Florida este martes, para presentar su candidatura a la reelección en 2020. EFE

Washington – El presidente estadounidense, Donald Trump, alimentó este martes la confusión generada por su amenaza de que la próxima semana comenzará a deportar a «millones» de indocumentados, en medio de dudas sobre si se refiere a inmigrantes que están en EE.UU. o a aquellos que llegan a la frontera sur.

En declaraciones a los periodistas, Trump minimizó los informes de prensa de que al Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) le pilló por sorpresa el tuit en el que el mandatario afirmó la noche del lunes que esa agencia empezará la próxima semana un proceso para deportar a «millones» de indocumentados en EE.UU.

«Ellos lo saben. Ellos lo saben (que se planea esa operación masiva de deportación). Van a comenzar la semana que viene, y cuando la gente empiece a llegar a nuestro país y entren ilegalmente, tendrán que salir», dijo Trump.

Esas declaraciones parecen apuntar a un proceso de deportación en la frontera, y no tanto en el interior del país, donde el ICE despliega sus operaciones.

La Casa Blanca no quiso aclarar los comentarios de Trump, pero este mes, EE.UU. acordó ampliar a toda la frontera sur un programa por el que devuelve a México a los solicitantes de asilo que llegan a la zona limítrofe, para que esperen en el país vecino mientras se tramitan sus casos en territorio estadounidense.

El anuncio de Trump se produjo, además, en la víspera del lanzamiento oficial de su campaña de reelección, lo que ha despertado especulaciones sobre las posibles motivaciones políticas de su afirmación acerca de la presunta deportación masiva.

Un funcionario estadounidense dijo a varios medios, tras ser preguntado por el tuit de Trump, que hay «más de un millón» de inmigrantes indocumentados en EE.UU. con órdenes de deportación y que siguen esquivando a las autoridades migratorias.

«(Las órdenes de deportación) se lograron con mucho tiempo y gastos, y aún así los inmigrantes ilegales se niegan a presentarse en los tribunales», aseguró el funcionario, que pidió el anonimato, según Los Angeles Times.

Pero es improbable que el ICE pueda encontrar y deportar a ese millón de indocumentados en un periodo corto de tiempo: en todo el año fiscal 2017, la agencia apenas expulsó del país a 226.119 inmigrantes, según datos oficiales.

El ICE afronta además retos de personal y de presupuesto, y la agencia se limitó a indicar hoy que «continuará llevando a cabo sus operaciones en el interior (del país) sin eximir a aquellos que han violado la ley federal de inmigración».

«Esto incluye operaciones rutinarias con objetivos definidos, otras criminales, las que afectan a individuos con órdenes de deportación y operaciones en lugares de trabajo», dijo a Efe una portavoz del ICE.

Normalmente, las redadas del ICE se mantienen en secreto, lo que convierte el tuit de Trump en especialmente inusual, sobre todo porque el año pasado, su Gobierno arremetió contra la alcaldesa de Oakland (California), Libby Schaaf, por alertar a los inmigrantes de una inminente operación.

Según el diario The Washington Post, el nuevo director en funciones de ICE, Mark Morgan, dijo a los periodistas a comienzos de este mes que su agencia planeaba perseguir a aquellos indocumentados que tienen órdenes de deportación y que eso incluiría a «familias», pero la agencia no tenía planes de hacerlo de forma inminente.