La Habana – El Gobierno cubano mostró este sábado su «más enérgica condena» a la intención del Gobierno de Estados Unidos de reconocer los Altos del Golán como territorio israelí, una «nueva maniobra de Washington que vulnera los intereses legítimos del pueblo sirio y de las naciones árabes e islámicas».

El Ministerio cubano de Relaciones Exteriores sostuvo a través de un comunicado que la decisión «constituye una grave y flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas, del Derecho Internacional y de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, en particular la resolución 497 de 1981».

La postura de Washington «tendrá graves consecuencias para la estabilidad y la seguridad en el Medio Oriente e incrementará aún más las tensiones en esta volátil región», advirtió la Cancillería del país caribeño.

También instó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a «cumplir la responsabilidad que le concede la Carta de la ONU en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, y a adoptar las decisiones necesarias para frenar esta acción unilateral estadounidense».

Cuba «continuará respaldando la exigencia del Gobierno de Siria de recuperar los Altos del Golán, arrebatados por Israel en 1967 y reclama una vez más la retirada total e incondicional de Israel del Golán sirio y de todos los territorios árabes ocupados», concluye la nota oficial.

Los Altos del Golán, perteneciente a Siria y una pequeña parte de los cuales -las granjas de Chebaa- reclama el Líbano, fueron ocupados por Israel en la guerras de los Seis Días (1967) y Yom Kipur (1973), y en 1981 fueron anexionados por decisión del Parlamento israelí.

Esta semana, el presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo que «es hora» de que su Gobierno reconozca «plenamente» la soberanía de Israel sobre la zona, lo que da un giro drástico a la política de Washington poco antes de que la Casa Blanca presente su plan de paz para Oriente Medio.

Varios países han mostrado en los últimos dos días su rechazo a la decisión del mandatario estadounidense, entre ellos la propia Siria, además de Rusia, China, Turquía e Irán.