Santo Domingo – La educación sexual es «vital» para combatir los embarazos en adolescentes, un lastre que afecta a Latinoamérica, que registra la segunda tasa más alta de embarazos precoces del mundo, solo superada por África subsahariana.

Para ayudar a disminuir la alta tasa de embarazos en menores de edad también es clave una mayor comunicación entre padre e hijos, dijo en entrevista con Efe Natalia Largaespada, especialista en salud sexual y reproductiva y directora del Departamento de Salud Maternoinfantil del Ministerio de Salud de Belice.

Es necesario «información, información e información, pero además servicios, porque se ha demostrado que la abstinencia sola no resuelve el problema», apuntó Largaespada, de visita esta semana en el país, invitada por Unicef, para impartir un curso sobre cuidados para el desarrollo infantil.

La tasa mundial de embarazo adolescente se estima en 46 nacimientos por cada 1.000 niñas, mientras que las tasas de embarazo adolescente en América Latina y el Caribe continúan siendo las segundas más altas en el mundo, estimadas en 66.5 nacimientos por cada 1.000 niñas de entre 15 y 19 años, y son sólo superadas por las de África subsahariana, según datos de agencias de la ONU.

La información indica, además, América Latina y el Caribe es la única región del mundo con una tendencia ascendente de embarazos en adolescentes menores de 15 años.

Se estima que cada año, en la región, un 15% de todos los embarazos ocurre en adolescentes menores de 20 años y 2 millones de niños nacen de madres con edades entre los 15 y los 19 años.

«Cómo un adolescente va a saber qué es correcto o no si yo como padre no le he clarificado bien; muchas veces se quedan con lo negativo de los medios de comunicación y eso es lo que practican», subrayó la doctora Natalia Largaespada en la entrevista.

Apuntó que las adolescentes tiene la tasa más alta de mortalidad neonatal «y no es por que quieren», y opinó que la educación sexual de los estudiantes no se debe dejar exclusivamente en manos de los profesores, porque, a su juicio, «es una responsabilidad muy grande» por lo que los padres deben jugar su rol.

«Es vital, es un tema transversal a todo el ciclo de vida», agregó, al tiempo que precisó que en mucho casos a las adolescentes embarazadas se les niega el derecho a ir a las escuelas y cuando son madres están expuestas a delitos como la explotación sexual o tráfico de personas.

En la entrevista, Largaespada también habló sobre la necesidad de garantizar los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, y apuntó que la planificación «es un derecho de cada familia».

«Lo que hace falta es mayor promoción de estos derechos», dijo, y apuntó que el mundo tiene «una deuda» con las mujeres respecto a este tema.