San Salvador – La embajadora de EE.UU. en El Salvador, Jane Manes, dijo hoy que es «muy temprano» para pensar en la posible suspensión del Estatus de Protección Temporal (TPS) que beneficia a unos 190.000 salvadoreños residentes en el país norteamericano.

Cuestionada por la prensa sobre el riesgo de que el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, no renueve el beneficio migratorio, que vence en marzo de 2018, Manes se limitó a decir que es «muy temprano» para valorar esa posibilidad.

«Estamos en los primeros meses de esta Administración y no hay ninguna manera de especular» sobre la no renovación del TPS para los salvadoreños, otorgado por primera vez en 2001 por el entonces presidente George W. Bush a raíz de dos terremotos que asolaron el país centroamericano.

El TPS es un programa temporal que el Gobierno de Estados Unidos ofrece a inmigrantes indocumentados que no pueden regresar a su país debido a desastres naturales o conflictos civiles.

Sostuvo que una de las razones para no especular es que Estados Unidos y los Gobiernos del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras) trabajan para que «la gente no sienta la necesidad de salir del país para encontrar oportunidades».

El canciller salvadoreño, Hugo Martínez, aseguró a mediados de febrero pasado que El Salvador cabildea con funcionarios de EE.UU. la ampliación por otros 18 meses del TPS.

«Nuestras conversaciones están alrededor de la búsqueda de una prórroga o de un programa alternativo», y «nuestra aspiración es que ese beneficio temporal se convierta en un beneficio permanente» mediante una «reforma migratoria integral», dijo Martínez.

La cifra inicial de salvadoreños indocumentados que en 2001 solicitaron el TPS, que les permite trabajar legalmente, fue de 280.000, que comparada con las 183.604 renovaciones de 2016 muestra que son 96.396 menos reinscritos desde la aprobación del documento hace 15 años. EFE