Restos de ropa tras el salto que realizaron 300 subsaharianos a la valla que separa la ciudad española de Melilla, fronteriza con Marruecos, en un nuevo intento masivo de entrar de manera irregular en España. EFE/Archivo

Rabat – La cifra de emigrantes muertos al intentar acceder de forma ilegal a las costas españolas desde la región de Nador (noreste de Marruecos) se ha multiplicado por 60 debido al refuerzo de la valla que rodea el enclave español de Melilla, denunció hoy en Rabat la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH).

De los cuatro muertos registrados en 2014 solo en la costa marroquí (sin contar la española o los desaparecidos), se pasó a 244 en el pasado año, se señala en un informe sobre la situación de la emigración en esa región de la AMDH, según la cual el blindaje de la valla melillense ha empujado a los emigrantes a elegir la vía marítima.

La ONG explicó, en un comunicado, que este cambio de comportamiento se explica por el refuerzo de la vigilancia en las fronteras terrestres, la colocación de cuchillas en las vallas y el desalojo total del campamento de Gurugú, el más cercano al territorio español.

Este fenómeno va ilustrado igualmente por la evolución de la cifra de los emigrantes que llegaron a Melilla saltando la valla: el número ha bajado de 2.249 en 2014 a solo 430 en 2018, mientras que los que llegaron por mar a la costa española desde esta región del noreste se cuentan por miles.

Agregó que las autoridades marroquíes, que trasladan a los cadáveres al hospital provincial Al Hasani de Nador, llegan a identificar la identidad de menos de 5 % de los muertos y que se entierran en el cementerio de la ciudad en «condiciones inhumanas».

Según el informe, hay entre 2.000 y 3.000 emigrantes subsaharianos que esperan la oportunidad para llegar a España, concentrados en 15 campamentos en los bosques de la provincia de Nador.

La ONG señaló que las fuerzas de seguridad lanzaron en 2018 más de 340 intervenciones contra campamentos y casas de emigrantes, lo que llevó al arresto de alrededor de 9.100 personas, cientos de los cuales fueron deportados a sus países.

Por otra parte, la AMDH denunció que Marruecos y España recurren al «hinchado» de las cifras de la presión migratoria sobre los dos países para conseguir el máximo de ayudas financieras de parte de la Unión Europea (UE): Marruecos asegura que en 2018 abortó la salida de casi 90.000 emigrantes.

Además, denunció que las autoridades marroquíes anunciaron el rescate en el 2018 de 29.751 emigrantes pero sin mostrar ninguna foto o vídeo de los rescatados, que en varias ocasiones son en realidad rescatados por barcos de pesca, según la ONG.

El pasado 16 de enero, la alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Federica Mogherini, dijo en Rabat que su organismo desbloqueará 110 millones de euros que forman parte de una ayuda destinada a Marruecos para luchar contra la emigración ilegal.

Esta cantidad es parte de una ayuda de 140 millones de euros que la UE destinó al Gobierno marroquí el pasado mes de diciembre para mejorar la gestión de sus fronteras y que, según la AMDH, no está acompañada por ningún mecanismo de control.

Marruecos siempre ha reprochado a la UE, como lo hizo en agosto pasado el portavoz de su Ejecutivo, Mustafa Jalfi, que la ayuda financiera de Bruselas «no está a la altura» de sus esfuerzos para controlar la emigración desde África hacia el continente europeo. EFE