París- Las ONG que operan el barco Ocean Viking, Médicos sin Fronteras y SOS Méditerrané, están aliviadas por los 356 migrantes a los que rescataron frente a las costas libias una vez que se haya anunciado su desembarco en Malta y su posterior reparto por seis países europeos.

«Estamos aliviados por esas 356 personas», destacó a Efe Frédéric Pénard, portavoz de SOS Méditerranée, que a continuación agradeció a Malta, a la Comisión Europea y a esos seis países (Francia, Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Portugal y Rumanía) su implicación para la solución alcanzada.

Pénard hizo notar que la situación a bordo «es muy precaria» porque algunos de los migrantes fueron rescatados hace ya 14 días, y que dos de ellos están siendo tratados por enfermedades crónicas.

Por eso, pidió que los Estados europeos pongan en marcha un dispositivo que tenga carácter preventivo y permanente para que no se vuelva a repetir el tiempo de espera que se ha vivido con el Ocean Viking y con el barco Open Arms.

El portavoz dijo que el barco todavía no ha recibido instrucciones de las autoridades maltesas, y que se encuentra a unas 50 millas náuticas de Malta.

Según el primer ministro de ese país, Joseph Muscat, serán navíos de su Armada los que irán a buscar a los migrantes hasta aguas internacionales y los que los llevarán a tierra firme.

Una vez se haya producido esa operación, el barco humanitario tendrá que dirigirse a un puerto todavía por determinar para aprovisionarse en carburante y víveres, así como para cambiar una parte de la tripulación, que se compone de 33 personas.

El portavoz de SOS Méditerranée indicó que «muy rápidamente» volverá a sus labores de rescate en el Mediterráneo central, que considera una zona desatendida por los barcos oficiales y donde sigue muriendo gente que se lanza al mar.