París – El barco de salvamento marítimo Ocean Viking, fletado por Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterráneo, ha regresado a la zona central del Mediterráneo para asumir las tareas de rescate de migrantes que realizaba el Aquarius, amarrado por trabas estatales.

MSF anunció este lunes que el barco zarpó la pasada noche desde el puerto de Marsella, la misma sede que tenía el Aquarius, icono del salvamento de migrantes en el Mediterráneo, que se quedó sin pabellón el pasado verano, justo después de su última operación de desembarco en Valencia.

El Ocean Viking es más espacioso, dinámico y mejor adaptado para las labores de rescate y tiene un desafío aun más complejo que su hermano mayor: encontrar embarcaciones a la deriva sin contar con el apoyo de las autoridades estatales, que han decidido no cooperar con su labor humanitaria.

«La sociedad civil está asumiendo un papel que correspondería a los Estados, pero que no lo afrontan, el de dar socorro a todas estas personas que se juegan la vida en aguas del Mediterráneo», aseguró a Efe el director de operaciones de SOS Mediterráneo, Fréderic Penard.

Las dos organizaciones humanitarias francesas han tardado siete meses en encontrar un sustituto para el Aquarius, mejorándolo gracias a la experiencia que obtuvieron con ese navío, que tiene un coste estimado de operación de unos 14.000 euros al día, pagado por donaciones privadas.

Entre las principales novedades destaca la inclusión de un centro médico equipado, que cuenta con tres estancias y facilitará la atención de los migrantes rescatados, así como un espacio de higiene, con duchas y baños individualizados.