El país ha decidido relajar los requisitos de seguridad que deben cumplir las personas que se ofrecen para acoger a los menores inmigrantes que hayan llegado solos, informó hoy el Gobierno. EFE/Archivo

Washington – El país ha decidido relajar los requisitos de seguridad que deben cumplir las personas que se ofrecen para acoger a los menores inmigrantes que hayan llegado solos, informó hoy el Gobierno.

Un portavoz del Departamento de Salud (HHS, en inglés) dijo a Efe que la Oficina de Realojamiento de Refugiados (ORR, en inglés) ha emitido una directiva que modifica el requisito de analizar las huellas dactilares de todos los miembros del hogar de acogida.

La fuente apuntó que actualmente hay una serie de «sólidos procesos» en vigor para evaluar a las personas que acogen a menores.

Pese a que se eliminará la condición de analizar las huellas de todos los miembros del hogar de acogida, sí que se seguirá exigiendo este paso a la persona que aparezca como «titular» de dicho lugar de acogida.

El portavoz agregó que «la ORR continuará estudios de expediente de todos los adultos de los hogares para garantizar la seguridad del menor».

En este sentido, recordó que la agencia seguirá contrastando los datos de expedientes con el FBI.

La medida llega en un momento en el que el número de menores inmigrantes que se encuentran bajo custodia estadounidense ha superado los 14.000 niños no acompañados, un máximo histórico.

Un funcionario del HHS explicó a Efe que el requisito, ahora suspendido, en relación a las huellas dactilares fue introducido el pasado junio, pero que desde entonces «los nuevos chequeos de todos los miembros de los hogares no han aportado información adicional que haya permitido a la ORR identificar nuevos riesgos para los menores».

La gestión de los menores que llegan al país sin el acompañamiento de un mayor de edad recae sobre el HHS, pero esta agencia puede ceder su custodia -mientras se soluciona la situación del niño- a una persona que se ofrezca a acogerlo o a un familiar en el país.

El pasado 11 de diciembre, un portavoz del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) informó a Efe de que 109 personas inmigrantes sin historial criminal previo fueron detenidas tras haberse presentado voluntariamente para hacerse cargo de la asistencia de estos menores.