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Ciudad del Vaticano – El papa Francisco repasó hoy durante la audiencia general su viaje a Mozambique, Madagascar y Mauricio del que regresó este martes y destacó la convivencia interreligiosa en estos países.

Francisco que llegó este martes por la tarde, sin descanso, celebró hoy la audiencia general ante decenas de miles de fieles y dio «gracias a Dios» por haberle permitido «realizar esta visita como peregrino de paz y esperanza» y agradeció a todos por haberle acogido «con tanto cariño y cuidado».

En Mozambique, explicó que fue «para sembrar semillas de esperanza, paz y reconciliación en una tierra que tanto ha sufrido en el pasado reciente a causa de un largo conflicto armado, y que en la primavera pasada fue golpeada por dos ciclones que causaron daños muy graves».

Explicó que en sus diferentes actos, también a los jóvenes de distintos orígenes religiosos, animó «a construir el país, superando la resignación y la ansiedad, difundiendo la amistad social y construyendo sobre las tradiciones de los ancianos».

Francisco destacó su visita al centro de la comunidad de San Egidio en Zimpeto que se ocupa de dar tratamiento a enfermos de sida y «donde a pesar de que todos los que trabajan allí no tienen el mismo credo religioso – la directora del hospital es musulmana – lo más importante son los enfermos».

El pontífice deseó que el pueblo malgache pudiera «superar la adversidad y construir un futuro más justo y desarrollado»

Sobre Mauricio explicó que «allí es fuerte el diálogo interreligioso, también la amistad entre los líderes de las diversas confesiones religiosas» y contó que le emocionó a su llegada recibir un enorme ramo de flores que había mandado el imán.

Francisco explicó «que antes de iniciar un viaje y al regreso del mismo va siempre donde la Virgen María, a la Salus Populi Romani, para que sea ella quien le acompañe en su viaje, como Madre».

«Con la Virgen María estoy seguro», concluyó.