El presidente del Banco Mundial, David Malpass. EFE/NICOLAS ASFOURI/Archivo

Washington – La economía mundial se ha ralentizado a lo largo de 2019 y crecerá por debajo del 2,6 % previsto, debido a la desaceleración en China, los sustanciales frenazos en Argentina y México y el creciente riesgo de recesión en Europa, advirtió este martes el presidente del Banco Mundial (BM), David Malpass.

«La ralentización global es evidente. En junio, ya rebajamos nuestras perspectivas económicas globales para 2019 a un crecimiento real del 2,6 %. Dados los últimos acontecimientos, espero que el crecimiento sea menor que eso», indicó Malpass en una conferencia en el centro de estudios Peterson Institution.

En concreto, Malpass mencionó «la desaceleración de China, los sustanciales frenazos en Argentina, la India y México», y la decepcionante evolución en gran parte del mundo en desarrollo.

Asimismo, subrayó que «algunas partes de Europa están en recesión o cerca a caer en recesión: Alemania y el Reino Unido han experimentado un trimestre de recesión, e Italia y Suecia llevan varios trimestres de estancamiento».

Malpass advirtió además del «escaso ritmo de crecimiento en la inversión», lo que «combinado con el bajo crecimiento eleva la probabilidad de que la pobreza aumente en muchos países».

El BM se ha comprometido a eliminar la pobreza extrema para finales de 2030.

Según los últimos cálculos de la institución, el número de personas que vive en pobreza extrema, con menos de 1,90 dólares al día, se redujo hasta los 736 millones en 2015 frente a los 804 millones de 2013, lo que supone el 10 % de la población del planeta.

Por otro lado, indicó que la «relación» de la institución con China ha «evolucionado», por lo que debe pedir prestado menos y aumentar su aportación de cara al futuro.

«China tiene que pedir prestado menos y dar más aportaciones. La relación con el Banco Mundial ha evolucionado», afirmó Malpass.

Malpass remarcó que el gigante asiático ha realizado «un gran progreso económico» en las últimas décadas, por lo que no puede mantener la misma vinculación.

De hecho, destacó que el último plan estratégico del BM con China hace énfasis en «el desarrollo de servicios y medidas para encarar los desequilibrios medioambientales y sociales, establecer objetivos para reducir la contaminación, aumentar la eficiencia energética y mejorar el acceso a educación y salud».

China es el mayor receptor de préstamos del organismo internacional, seguido por la India e Indonesia.

El presidente del BM ofreció la conferencia apenas un mes antes de que se celebren la Asamblea Anual de este organismo y del Fondo Monetario Internacional (FMI), a mediados de octubre en Washington.

Malpass, quien fue propuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump, dirige la institución desde abril de este año, cuando sustituyó al también estadounidense, Jim Yong Kim.

Antes de acceder al cargo, Malpass había sido un fuerte crítico del multilateralismo, al señalar que el Banco Mundial «había ido sustancialmente demasiado lejos», especialmente por lo que considera excesivos créditos a China, ya que, en su opinión, el gigante asiático ya dejó de ser un país en desarrollo.

No obstante, ha suavizado sus posiciones en los últimos años y durante su etapa como reciente subsecretario del Tesoro en la Administración Trump fue uno de los responsables de que EE.UU aprobase una ampliación de capital de 13.000 millones de dólares para el BM.

Instaurado en 1944, junto con su institución hermana, el FMI, en el marco de los acuerdos de Bretton Woods, la tradición establece que es Estados Unidos quien nombra al presidente del BM mientras que Europa escoge al director gerente del Fondo.

El FMI está en proceso de selección de su nuevo director gerente en sustitución la francesa Christine Lagarde, cargo que previsiblemente ocupará la búlgara Kristalina Georgieva, única candidata presentada.