Tegucigalpa – Luego que se confirmara que las redadas masivas anunciadas por el presidente estadounidense, Donald Trump, podrían iniciar el próximo domingo, el Gobierno de Honduras, a través de la vicecanciller para Asuntos Consulares y Migratorios, Nelly Jerez, anunció que prevén un aumento en las deportaciones de connacionales las próximas semanas.

-Los migrantes hondureños podrían ser el primer objetivo de las redadas masivas  anunciadas por el propio presidente estadounidense Donald Trump.

“Sí, estamos a la espera de mucha mayor conducción terrestre, hay que recordar que esto no es algo que Honduras agenda, sino que estos retornos cuando las autoridades mexicanas o estadounidenses se comunican con nosotros para poder aceptar y atraer todas estas conducciones”, señaló la diplomática hondureña en una entrevista con la televisora HCH.

El gobierno de Trump iniciará el domingo redadas masivas en al menos diez ciudades del país para capturar a inmigrantes indocumentados y sus familiares, informaron en las últimas horas medios estadounidenses.

Al respecto, el miércoles, el director interino del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), Ken Cuccinelli, dijo que las redadas  “a llevarse a cabo”, pero no dio más detalles.

 La amenaza del inicio el domingo de redadas masivas de indocumentados en Estados Unidos revivió el temor entre las comunidades de inmigrantes, mientras los demócratas calificaron de «brutales» estas acciones y advirtieron de que separarán «a muchas familias».

“Esto no va  a parar, tenemos entendido que vienen mayor cantidad de hondureños que han sido retenidos”, enfatizó la vicecanciller hondureña.

Entre las ciudades donde podrían ocurrir esas redadas se cuentan Chicago, Baltimore, Nueva York, Houston, Los Ángeles y Miami.

En todas las anteriores ciudades se registra una cantidad de hondureños, por lo que se colige que podrían ser estos el primer objetivo de las redadas.

A mediados de junio, el presidente estadounidense, Donald Trump, había anunciado por Twitter que ICE iniciaría un proceso para deportar a «millones» de indocumentados.

Trump, que dio en ese entonces un plazo de dos semanas para que demócratas y republicanos encontraran una solución a los problemas de asilo y los vacíos legales en la frontera, abrió nuevamente esta opción hace unos días, cuando anticipó que las redadas empezarían después del 4 de julio.

La posibilidad de deportaciones masivas fue nuevamente criticada por la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, quien en junio pasado había abogado por suspender las redadas «sin corazón».

«Estas acciones brutales van a aterrorizar a niños y a muchas familias (…) Las familias deben permanecer unidas; todos en nuestro país tienen derechos. Oramos para que el presidente cambie de opinión», afirmó Pelosi el jueves en una rueda de prensa.

De su lado, Guillermo Torres, director de políticas migratorias de Clérigos y Laicos Unidos por Una Justicia Económica, dijo a periodistas que “estas políticas inhumanas y atroces de mantenernos atemorizados también han hecho que nos unamos más, y que cada vez más aprendamos sobre nuestros derechos y como defendernos, estamos listos para responder a esta ofensiva”.

Por su parte, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, sostuvo que su estado “continuará apoyando a todos los inmigrantes para asegurar que todos ellos tengan todas las protecciones que brinda la ley”.

En ese orden, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, dijo a medios locales que los residentes de la ciudad deben saber que se hará respetar las leyes “santuario” que rigen en el estado y que impiden la colaboración de policías locales con ICE en materia migratoria, de competencia federal.