Tegucigalpa – El gobierno de Honduras se solidarizó este lunes con la familia del migrante que perdió la vida en un enfrentamiento con policías en la frontera que divide a Guatemala y México.

Henry Adalid Díaz Reyes es el nombre del ciudadano que perdió la vida en los enfrentamientos violentos protagonizados por policías y migrantes donde el hondureño recibió el impacto de una bala de goma que acabó con su vida.  

El migrante formaba parte de un grupo de mil 500 centroamericanos que conforman una segunda caravana que busca llegar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades.

Díaz Reyes se desempeñaba como cobrador de buses en su natal Tegucigalpa.  

A continuación Departamento 19 reproduce el comunicado:  

C O M U N I C A D O

La Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional, con relación a los incidentes violentos escenificados el día de ayer domingo 28 de octubre en la frontera de Tecún Umán, entre las Repúblicas de Guatemala y de los Estados Unidos Mexicanos, a la opinión nacional e internacional comunica:  

Que lamenta profundamente la muerte del compatriota Henry Adalid Díaz Reyes durante estos hechos violentos registrados, como gobierno rechazamos cualquier forma de criminalización y violencia contra las personas que migran, y pedimos que este hecho se investigue.  

Nos solidarizamos con las familiares del compatriota fallecido y reiteramos todo nuestro apoyo para la repatriación de su cuerpo lo antes posible. Esta Secretaría, una vez más insta a los hondureños que continúan en esta movilización a buscar los medios puestos a su disposición por el Gobierno para lograr un retorno seguro a sus hogares, para no poner en riesgo su vida y la de sus familiares.

Al día de hoy ya se contabilizan 3 hondureños fallecidos.   A los hondureños que persisten en su objetivo de llegar a los Estados Unidos de América, se les recuerda que deben respetar las leyes y la soberanía de los países en tránsito.   Los países de tránsito están autorizados por el derecho internacional para ejercer su soberanía, aplicando sus leyes migratorias por medio de sus autoridades y que por tanto deben ser rigurosamente respetadas.