La madre hondureña, Jessica Elizabeth Lemus, es uno de varios casos de deportación tras cancelar el programa DAPA.

Tegucigalpa – Una inmigrante hondureña, que es claro ejemplo de la actual situación de cientos de connacionales, enfrenta la deportación de Estados Unidos pese a tener tres hijos estadounidense y la visa o “green card” aprobada.

-En 2002, tanto a Lemus como a su hermana les negaron el asilo y ordenaron su deportación. Sin embargo, la hondureña se quedó en el país y, más tarde, se casó y tuvo tres hijos.

Se trata de Jessica Elizabeth Lemus, una hondureña que durante 20 años ha pasado por diferentes estatus migratorios, se ha casado y ha tenidos tres hijos estadounidenses.

Además ya se aprobó su visa (green card) pero el Departamento de Estado está ahora tramitando las visas de 2012 y la suya está fechada para 2016.

Pese a todas estas razones la “Catracha” podría ser deportada el próximo 20 de marzo ya que el gobierno del presidente Donald Trump canceló el programa la Acción Diferida para Padres de Ciudadanos y Residentes Permanentes (DAPA) al cual se había amparado desde el año 2015.

Con este beneficio migratorio la hondureña había logrado un perdón administrativo provisional de deportación) y un permiso de trabajo. “Cada año iba a la oficina de ICE para renovarlo, pero todo eso ya no existe porque este gobierno lo canceló”, dijo a periodistas la madre hondureña.

El padre de Jessica Elizabeth Lemus, residente legal permanente, envió en 2016 el Formulario I-130 para ajustar el estado migratorio de su hija. Le aprobaron la solicitud pero, como ella misma asegura, “faltan tres años en el boletín (de visas) para que […] pueda ir a buscar mi residencia”.

No obstante, El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) ha ordenado su deportación para este 20 de marzo y, por tanto, Lemus no estará ya en el país cuando haya una resolución. Además, aun teniendo disponible un cupo de green card, Lemus tendría que gestionar un permiso para volver a ingresar al país y realizar otros trámites consulares en su país de origen.

El gobierno estadounidense revocó formalmente en 2017 el programa creado por su predecesor que protegía de la deportación a los inmigrantes que fueran padres de ciudadanos estadounidenses o de residentes le

El programa fue anunciado por el gobierno de Obama en noviembre de 2014, pero nunca entró en vigor. Tenía la intención de mantener a salvo a los padres inmigrantes y proveerles de permisos renovables de trabajo por dos años, pero fue bloqueado por un juez federal de Texas después que 26 estados impugnaron su legalidad en un tribunal federal.

El programa de protección a padres, al igual que el de jóvenes inmigrantes, fue creado en un memo durante el gobierno de Obama. Ambas medidas requerían que los participantes cumplieran con ciertas condiciones, como no tener antecedentes penales.

Revocar el memo y poner fin al programa cumplió con una vital promesa de campaña de Trump, quien se comprometió a cancelar dichos esfuerzos “de inmediato”.

Ahora decenas de hondureños enfrenta la deportación tras quedar desamparados con la cancelación no solo de DAPA don de otro beneficios migratorios como el Estatus de Protección Temporal (TPS) y la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, conocido como DACA.