Atenas – La ONG internacional Human Rights Watch (HRW) criticó este martes las medidas del nuevo Gobierno griego para incrementar la seguridad ciudadana en Atenas, que incluyen el despliegue en el metro de la capital de 130 agentes armados, los «Panteras Negras».

Hasta ahora, cuatro equipos de cinco agentes han sido desplegados en las estaciones de metro y los sitios más turísticos de Atenas con armas automáticas, prismáticos de visión nocturna, granadas aturdidoras de sonido y luz, chalecos antibalas y gases lacrimógenos.

En teoría, este aumento de la presencia de agentes y armas en el transporte público, la «Operación Red», persigue acabar con los carteristas.

Pero, HRW consideró esta nueva medida podría llevar a violaciones de derechos humanos basándose en el historial del país en materia de abusos policiales.

Por ejemplo, la organización resaltó una operación similar en 2012, tras la cual decenas de miles de personas fueron arrestadas como presuntos migrantes irregulares tan solo por su apariencia.

En la misma línea, una investigación llevada a cabo en 2014 por HRW mostró que algunos agentes retenían durante varias horas a personas que consideraban «indeseables, como a los drogadictos, trabajadores sexuales o personas sin techo» sin pruebas de que hubieran cometido ningún delito.

La Policía griega acumula además serias denuncias sobre corrupción, recogidas por su departamento de Asuntos Internos.

De hecho, en 2018 un 60 % de las denuncias de corrupción estuvieron relacionadas con la Policía (de un total de 1.122) y 23 agentes fueron detenidos.

El incremento de la seguridad en las calles de Grecia es una de las principales medidas del programa político del nuevo Ejecutivo del conservador Kyriakos Mitsotakis, que ya anunció la contratación de 1.500 policías para las brigadas motorizadas encargadas de combatir la delincuencia callejera.