El cardenal Óscar Andrés Rodríguez.

Tegucigalpa – El cardenal Óscar Andrés Rodríguez, en la homilía de este domingo que celebra la Epifanía del Señor, cuestionó a que ídolos están adorando los hondureños en la actualidad y pidió que Jesús sea la estrella que nos guíe en el 2019.

“Debemos preguntarnos a quién adoro verdaderamente, ¿estoy adorando los ídolos del placer, tener y del poder?” cuestionó el líder religioso durante la homilía ofrecida en la Catedral Metropolitana de Tegucigalpa San Miguel Arcángel.

Al respecto, instó pedir al Señor la gracia y la luz en la conciencia para adorar el verdadero Dios y la estrella de un ideal que nos tracemos para superar a lo largo de este año y hacer el bien.

Reflexionó que muchos quieren borrar la Navidad y saludan diciendo “felices fiestas”, pero “Navidad sin Cristo no es Navidad”.

En el plano personal exhortó a trazarnos metas en el nuevo año que permitan el desarrollo humano y cristiano de cada persona.

No obstante, pidió que estas metas sean guiadas por la estrella de Cristo y para ello ejemplificó que se debe seguir la luz del corazón como lo hicieron los Reyes Magos.

En cuanto a los Reyes Magos aclaró que no eran ni reyes, ni magos, en la actualidad serían más cómo astrónomos, es decir, personas que estudian el firmamento.

“Los magos más que oro, incienso y mirra le ofrecen su corazón, esto es llegara a ser verdadero creyentes, darle a Cristo toda nuestra confianza porque solo en él encontraremos una vida llena de sentido”, externó el cardenal Rodríguez.

“Hoy nuestro mundo adora otros dioses, no quiere mostrarse ante este pesebre de Belén, tantos incluso quieren quitar la Navidad del calendario, y dicen felices fiestas, cualquiera puede decir feliz parranda, pero la Navidad sin Cristo no es Navidad”, prosiguió.

Acotó que Honduras necesita fortalecer la fe en la palabra de Dios y dejarse guiar por la estrella de Cristo.

“Pidamos al Señor la gracia de la luz en nuestra fe en nuestra conciencia para adorar al verdadero Dios”, cerró.

A continuación Proceso Digital reproduce la lectura del día:

Lectura del santo evangelio según san Mateo (2,1-12) Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: « ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo». Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó y toda Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: «En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las poblaciones de Judá, pues de ti saldrá un jefe que pastoreará a mi pueblo Israel”». Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: «ld y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo». Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino y, de pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino.