Los inmigrantes salierona las calles de Chicago para conmemorar el décimo aniversario de la marcha del 10 de marzo de 2006 en contra de la conocida ley antiinmigrante Sensenbrenner y demandar una amnistía general para los indocumentados y un alto en las deportaciones. EFE/Archivo

Chicago (IL) – El gobernador de Illinois, Jay Robert Pritzker, anunció este viernes nuevas medidas para proteger a los indocumentados de las amenazas de deportación masiva del presidente Donald Trump, a quien acusó de «explotar el miedo y la división» entre las familias inmigrantes.

Illinois, que en 2017 aprobó una ley que convierte al estado en santuario para la gente que no tiene el estatus migratorio en regla, «será siempre un estado que dará la bienvenida» a los inmigrantes, declaró el gobernador demócrata en un comunicado.

«Que quede claro: Illinois será un muro protector contra los ataques de Trump, que quiere obligar a nuestras familias a refugiarse en las sombras», afirmó.

Trump anunció el lunes en su cuenta de Twitter que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) comenzará a deportar a «millones de extranjeros ilegales que ilícitamente han encontrado su camino hacia Estados Unidos».

«Se eliminarán tan pronto como entren», afirmó el dirigente republicano un día antes de lanzar oficialmente su candidatura a la reelección en 2020 con un mitin en la ciudad de Orlando, en el centro de Florida.

Las redadas comenzarían este domingo, y según algunos medios como el Washington Post y CNN, apuntarían en primera instancia a unas 2.000 familias que tienen orden de deportación pendiente.

Según fuentes migratorias conocedoras de los planes, estas posibles redadas se realizarían en diez grandes ciudades que incluyen a Miami, Los Ángeles, Houston y Chicago, principal ciudad del estado de Illinois.

Entre las medidas anunciadas por el Gobernador para reforzar la categoría de «santuario» en Illinois figuran que ningún departamento de policía local podrá actuar como «extensión» de ICE durante las redadas masivas con las que amenazó Trump.

El polémico programa 287(g), que ICE ha firmado con agencias policiales de 21 estados para que sus efectivos auxilien en la identificación y detención de indocumentados con el objetivo de deportarlos, queda «expresamente prohibido en Illinois», señaló.

Pritzker firmó además una ley que prohíbe los centros de detención privados en Illinois en los que se mantiene recluidos a indocumentados a la espera de la deportación.

«No vamos a permitir que entidades privadas lucren con la intolerancia de este presidente», dijo en unas declaraciones que vienen a acompañar a la promesa electoral que la aspirante demócrata a la nominación para las presidenciales de 2020 Elizabeth Warren hizo este viernes en caso de llegar a la Casa Blanca.

La ley de Illinois HB2040 prohíbe de inmediato que el estado, condados y gobiernos locales acuerden cualquier transacción que conduzca a la construcción de centros de detención privados, lo que convierte a Illinois en el primer estado del país en adoptar una medida de este tipo.

El Gobernador mencionó específicamente el cese inmediato de las negociaciones para construir un centro para alojar 1.000 personas, que la Corporación Immigration Centers of America realiza con la municipalidad de Dwight, una pequeña ciudad de Illinois ubicada a unas 80 millas de Chicago.

La medida no comprende los contratos que tiene el Gobierno para alojar indocumentados en las cárceles de los condados de Kankakee y McHenry (Illinois), y en el Centro de Detención del condado de Kenosha, en Wisconsin.

Antes de Dwight, otras empresas de cárceles privadas fracasaron en sus intentos de establecerse en Creta y Hopkins Park (Illinois), Hobart (Indiana), Elkhart, Gary y Newton (Indiana).

En Chicago, la principal ciudad del estado, también se hará valer el santuario que rige para los inmigrantes sin papeles desde 1986, y la alcaldesa Lori Lightfoot anunció esta semana que no serán toleradas en las «redadas al por mayor» con el objetivo de deportar a un buen número de integrantes de la comunidad local de inmigrantes.

La Policía «no va a cooperar en redadas contra la comunidad inmigrante. No vamos a dejar que lo que sucede en Washington dicte lo que hacemos aquí en Chicago», afirmó.