La canciller de Guatemala, Sandra Jovel. EFE/Archivo

Guatemala – La canciller guatemalteca, Sandra Jovel, aseguró este lunes que el Gobierno de Estados Unidos da un «buen trato» a los migrantes detenidos en la frontera sur de ese país y aseguró que los consulados de Guatemala «están listos» para cuando comiencen las deportaciones masivas en el estado de Florida.

«Lo que pudimos observar es que el trato que reciben (los migrantes detenidos) es un buen trato», aseguró Jovel en una conferencia de prensa al concluir la reunión semanal del Gabinete de Gobierno, y agradeció ese trato a las autoridades estadounidenses por pedir una ampliación presupuestaria «para poder atender a los migrantes guatemaltecos y de otros países».

Jovel dijo que fue testigo, junto a la primera dama, Patricia Marroquín, y el ministro de Gobernación (Interior), Enrique Degenhart, de esa «atención» en sitios como «la iglesia Sagrado Corazón, en Macalen, Texas», y enfatizó que también los consulados del país centroamericano están «apoyando y dando la asesoría necesaria en apoyo jurídico y psicológico» a los migrantes.

La canciller advirtió que debido al anuncio del inicio de una serie de deportaciones «masivas» los consulados en Florida están preparados para dar el acompañamiento necesario, sin la necesidad de enviar a más personal ni solicitar mayor presupuesto ante la presencia «robusta» de personas.

En este sentido recordó que de los 2,7 millones de guatemaltecos que radican en EE.UU., únicamente están regularizados unos 400.000, por lo que desconoce cuántos serán deportados.

Además, hizo un llamamiento público a los padres de familia y migrantes en general a no arriesgarse, a no utilizar a los menores para ingresar a EE.UU. y subrayó que la entrada en vigor de las pruebas genéticas a los migrantes permitirá identificar «a los posibles coyotes que trafican con niños y hacen trata de personas».

«Lo que más nos preocupa es que las personas usan como garantía a los menores para ingresar a Estados Unidos, a quienes dejan abandonados regularmente y eso es lo terrible de nuestros menores, que son nuestra prioridad y queremos penalizar a las personas que están traficando con ellos», sostuvo.

Por su parte, el ministro de Gobernación, Enrique Degenhart, lamentó ese uso de los niños y recordó el caso de una madre que llevaba consigo a su hijo enfermo de gripe y cuando falleció el menor en Estados Unidos «lo triste es que la madre utilizó al niño para entrar y después de que el niño falleció continuó su camino y dejó a su hijo fallecido allí».

Es por ello que recomendó a los padres de familia que no presten, alquilen ni den a sus hijos «con una motivación inadecuada», pues ahora con las pruebas genéticas se ha logrado identificar a un 30 por ciento de «casos fraudulentos».

Ese 30 por ciento de falsos familiares de menores «fueron sujetos de imputaciones penales que hoy los tienen detenidos y en un proceso penal judicial», detalló.

El pasado 5 de junio, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) reveló que los arrestos a inmigrantes indocumentados en mayo subieron a 132.887, por encima de los de marzo y abril, cuando se contabilizaron 92.840 y 99.304 detenciones, respectivamente.

De esos inmigrantes, un total de 11.507 menores no acompañados fueron arrestados por las autoridades estadounidenses, mientras 84.542 eran miembros de familias y 36.838, adultos solos.

Las detenciones de integrantes de familias (que las autoridades definen como individuos acompañados de un menor, un progenitor o un tutor legal) tuvieron el mayor incremento, al pasar de 58.724 personas en abril a 84.542 en mayo.

A finales de marzo pasado, el presidente de EE.UU., Donald Trump, materializó su advertencia de suspender todo tipo de asistencia a los países del Triángulo Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala).