Carola Rackete (c), capitana del buque de rescate Sea Watch 3, era escoltada este lunes por efectivos de la Guardia di Finanza italiana a su llegada a Porto Empedocle (Italia). EFE/ Pasquale Claudio Montana Lampo

Berlín – La capitana del barco de la ONG Sea Watch, Carola Rackete, ha sido trasladada a un «lugar seguro» tras haber recibido «amenazas», según dijo hoy en Berlín a Efe un portavoz de la organización que no quiso precisar en dónde se encuentra en estos momentos.

«Hubo algunas amenazas», dijo Ruben Neugebauer, quien agregó que Rackete, de 31 años, «se encuentra bien», aunque preguntado sobre si todavía está en Italia no quiso precisar el lugar en el que se encuentra.

La capitana del barco de Sea Watch puesta en libertad el martes a última hora después de ser arrestada en Italia por llevar sin permiso a 40 migrantes que había salvado en el Mediterráneo central al puerto italiano de Lampedusa (sur).

Neugebauer dijo que más adelante informarán de la situación de Rackete y que por el momento la ONG no dará más detalles de las razones del traslado de la capitana.

Rackete fue acusada de resistencia o violencia contra nave de guerra y de intento de naufragio por haber chocado contra una patrulla de la Guardia de Finanzas (policía de fronteras italiana) durante el atraque en la isla de Lampedusa.

El barco había rescatado el 12 de junio a 53 inmigrantes frente a Libia, trece de los cuales fueron desembarcados días después por razones médicas, y el restó permaneció a bordo mientras ningún Estado admitía el atraque de la embarcación.

El pasado 26 de junio Rackete decidió entrar sin permiso en aguas italianas en contra de la orden del ministro italiano de Interior, Matteo Salvini, aunque no consiguió llegar a puerto porque fue interceptada por la Guardia de Finanza.

Finalmente el pasado sábado el barco atracó en el puerto de esa isla italiana situada al suroeste de Sicilia, frente a la costa de Túnez, y en la operación de atraque golpeó a una embarcación de la Guardia di Finanza.

Anoche, tras ser puesta en libertad, Rackete declaró que la decisión de la justicia italiana es «una gran victoria para la solidaridad» con los migrantes y refugiados y en contra de los que «criminalizan a quienes los rescatan en muchos países de Europa».