El jugador de uruguay Edinson Cavani participa de una rueda de prensa este sábado, en un hotel de Río de Janeiro (Brasil). EFE

Río de Janeiro – Jugar en el estadio Maracaná, escenario de la mayor hazaña del fútbol uruguayo y al que la Celeste regresa este lunes para medirse con Chile en pos de un cupo en los cuartos de final de la Copa América de Brasil, es muy especial para los pupilos de Oscar Washington Tabárez.

«Es un orgullo, un honor. Algo increíble volver a jugar en el Maracaná», aseguró el delantero del París Saint Germain Edinson Cavani al ser interrogado sobre el significado del estadio carioca.

Cavani, compañero de Luis Suárez en el ataque de la Celeste, afirmó que, en un país que respira fútbol como el suyo, lo primero que le cuentan a un chico que se interesa por este deporte es la historia de ‘el Maracanazo’.

«Desde que eres chico empiezas a aprender la historia de nuestro fútbol y lo que fue ese acontecimiento en el Maracaná, uno de los momentos que marca la historia del fútbol de Uruguay y que nos marca cuando nos lo cuentan. Por eso es tan importante», dijo el tercer jugador que más veces ha vestido la camisa de la selección uruguaya.

La mayor hazaña del fútbol uruguayo ocurrió el 16 de julio de 1950 cuando, contra todo pronóstico, Uruguay derrotó por 1-2 a Brasil en la final del Mundial de ese año.

La conquista del segundo título mundial enmudeció a unos 200.000 brasileños que se habían tomado el Maracaná y festejaban por anticipado.

«En la historia de nuestro país, de nuestro fútbol, cuando se habla de Maracaná te viene a la cabeza un sentimiento muy particular. Por eso es un lujo estar en este estadio con la camisa de Uruguay», insistió Cavani.

El Maracaná de hoy, a los 69 años de fundado cumplidos el 16 de junio pasado, es muy diferente del que tanto exaltan los uruguayos pues sucesivas reformas redujeron su aforo a 87.000 espectadores y le quitaron así el título de más grande estadio del mundo.

Pero sigue siendo considerado uno de los mayores templos mundiales del mundo, escenario de las finales de dos mundiales y del milésimo gol de Pelé.

Pese a ello, disputar una nueva final en el Maracaná, aunque no sea de un Mundial, sigue siendo un sueño de cualquier futbolista uruguayo y ninguno niega que su deseo es volver al estadio el 7 de julio próximo, cuando se definirá el título de la Copa América.

«Es un sueño para todos los uruguayos», aseguró Luis Suárez al revelar igualmente su fascinación por el escenario.

Pero la historia de Uruguay tras el Maracanazo no está a su favor.

Uruguay ha regresado once veces al estadio después de 1950 y tiene un saldo para olvidar: siete derrotas, dos empates y dos victorias en partidos de Copa América, eliminatorias mundialistas, Copa Atlántico, Mini-Copa y amistosos.

Sus dos únicas dos victorias fueron sobre Paraguay y Argentina en la Copa América de 1989.

Y su última aparición también fue decepcionante: derrotada por 2-0 ante Colombia y vuelta a casa en el Mundial de Brasil 2014.

El centrocampista Giorgian de Arrascaesta considera que ahora puede ser diferente gracias a que por su condición de ídolo de Flamengo, el club más popular de Brasil y el que considera el Maracaná como suyo, Uruguay puede contar con un fuerte respaldo del público el lunes frente a Chile.

«Habrá mucho flamenguista apoyando nuestra selección», afirmó.

Uruguay y Chile definirán el lunes el primer lugar del Grupo C de la Copa América pero, mientras que los chilenos ya garantizaron su clasificación a cuartos de final, los uruguayos necesitan de, al menos, un empate para avanzar sin depender de otros resultados.