Imagen de las candidatas a llevarse el premio de fotografía del año, seleccionadas entre un total de 78.801 instantáneas hechas por 4.738 fotógrafos de 129 países, entre ellas la fotografía de una niña hondureña retenida en la frontera entre Estados Unidos y México, del fotógrafo John Moore (c, abajo). EFE

La Haya – La niña inmigrante que llora en la frontera entre Estados Unidos y México, instantánea nominada a fotografía del año por World Press Photo, salió desde Honduras y «viajó durante un mes» antes de ser detenida junto a su madre, dijo a Efe el autor de la imagen, John Moore.

La patrulla fronteriza con la que viajaba este fotógrafo estadounidense interceptó, en la medianoche del 12 de junio de 2018, a un grupo de familias que había traspasado la frontera entre México y EE.UU. por Río Grande.

Los agentes «se acercaron a ellos con sus linternas» y vieron que «había más de una docena de personas», por lo que «solicitaron refuerzos para transportarlos a un centro de solicitantes de asilo», explicó Moore en una entrevista telefónica con Efe tras ser uno de los seis nominados este miércoles al premio World Press Photo, con sede en Amsterdam y que se entregará en abril próximo.

La patrulla comenzó con el procedimiento habitual, por el cual los agentes confiscan todos los objetos personales de los inmigrantes, incluidos carteras, dinero, joyas y documentos.

«Pude notar desde el principio que tenían miedo. Era tarde en la noche y seguramente una situación inusual para la mayoría de ellos, ya que nunca la habrían experimentado antes», indicó el fotógrafo, que trabaja para Getty Images y lleva más de diez años cubriendo esa frontera.

Los oficiales pidieron a los inmigrantes que quitasen los cordones de sus zapatos y los de los niños que formaban el grupo.

«Dicen que se hace por razones de seguridad, yo sospecho que también para reducir las posibilidades de una potencial huida», declaró Moore, quien apuntó que los oficiales de frontera trataron esa noche a los inmigrantes «de manera profesional» y «no existió crueldad ni agresividad».

El fotógrafo se acercó a los inmigrantes y pudo hablar brevemente con una mujer de Honduras, Sandra, que llevaba en brazos a su hija de menos de 2 años, Yanela.

Una agente se acercó a Sandra para cachearla y le pidió que dejara a la pequeña en el suelo. «En el momento en el que sus pies tocaron el suelo, rompió a llorar debido a la ansiedad de separarse de su madre», narró Moore, que apretó entonces el disparador de su cámara.

La fotografía se hizo viral días después y fue portada en la revista «Time» para ilustrar la política de «tolerancia cero» contra los inmigrantes impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Las nuevas medidas permitían a las autoridades estadounidenses separar a los niños de sus progenitores si cruzaban la frontera de forma ilegal, lo que despertó una ola de críticas incluso entre las filas republicanas.

«Creo que los inmigrantes viajaron ese día sin saber que la política había cambiado», consideró Moore, aunque él era consciente de que «existía la posibilidad» de que Sandra y Yanela fuesen separadas posteriormente.

Una semana después de que estallase la polémica, Trump dio marcha atrás y firmó un decreto presidencial para «mantener unidas a las familias».

«No tengo ninguna manera de saber al 100 % si la imagen influyó en la posición del presidente, pero si lo hizo no tengo ningún problema con ello», dijo el fotógrafo.

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, calificó días después como «vergonzoso» el uso dado a la imagen de la niña, ya que «a ella no la separaron de su madre».

Moore resaltó, a modo de respuesta, que la instantánea «es un ejemplo visual de la política de ‘tolerancia cero’ del Gobierno de Estados Unidos cuando es implementada» y avisó de que la Administración estadounidense «critica frecuentemente los retos a su versión de la realidad».

El fotógrafo recuperó el contacto con la madre la semana pasada a través de un abogado y ella lo invitó «al área de Washington DC», donde su solicitud de asilo se está analizando.

«Ella me pidió no discutir los detalles de su caso porque no quiere ponerlo en peligro, y yo lo estoy respetando», añadió Moore.