Immigration activists protest in front of Homestead Temporary Shelter for Unaccompanied Children in Homestead, Florida, USA, 15 July 2019. EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA

Miami – Una delegación de congresistas demócratas inspeccionó este lunes el centro de detención de menores indocumentados de Homestead, ubicado 48 kilómetros al sur de Miami, donde reclamaron al Gobierno de DonaHd Trump que acabe con el encarcelamiento de unos niños que «deben estar con sus familias».

La presidenta del Subcomité sobre Trabajo, Salud y Servicios Humanos del Comité de Apropiaciones de la Cámara de Representantes, Rosa DeLauro, dijo tras la visita que es «crítico» que de una manera rápida todos los menores recluidos en Homestead sean llevados con sus familias o allegados.

Agregó que si el centro visitado hoy, que acoge a niños que fueron separados en la frontera de sus familias o que llegaron sin acompañantes adultos tras cruzar desde México, fue capaz de trasladar a más de un millar de menores en un plazo de dos semanas este mes de julio, debería poder hacer lo mismo igual de rápido con los restantes.

Al respecto dijo que quiere saber si los que fueron trasladados efectivamente fueron reunidos con sus familias o «trasladados a otros ‘albergues'», porque estos niños están «bajo la jurisdicción» del subcomité que DeLauro encabeza.

El centro de Homestead, con capacidad para 3.200 menores, es operado por una compañía privada, Comprehensive Health Services, propiedad de Caliburn International, y ha sido cuestionado por organizaciones proinmigrantes y legisladores demócratas que lo visitaron en junio pasado.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, el senador Bernie Sanders y el excongresista Beto O’Rourke, y otros aspirantes a la candidatura presidencial demócrata reclamaron el pasado 27 de junio que el Gobierno de EE.UU. deje de separar a niños inmigrantes de sus padres y de encerrarlos como a delincuentes, a la vez que criticaron que empresas privadas ganen dinero con esto.

DeLauro y los otros diez congresistas de la delegación, varios de ellos representantes de distritos de Florida, permanecieron una hora y media en el edificio principal del centro y otra media hora en un edificio anexo donde están recluidos los más mayores (a partir de los 18 años no pueden seguir allí).

Afuera un grupo de unas 25 personas se manifestaron para pedir el cierre de este centro y denunciar las políticas migratorias del Gobierno de Donald Trump con carteles en español e inglés que decían «El asilo es un derecho humano» y «No están solos».

La congresista por Connecticut dijo que se trató de una visita de «inspección», que «no será la última», para ver qué clase de cuidados reciben los niños ingresados en ese centro, si cumplen lo que marca el Acuerdo Flores sobre menores inmigrantes y cómo se está usando una partida millonaria recientemente aprobada por el Congreso para mejoras en estas instalaciones.

Bajo el Acuerdo Flores, que data de 1997 y es producto de un litigio emprendido por dos organizaciones humanitarias, las autoridades no pueden retener a menores de edad inmigrantes por más de 20 días y además deben estar detenidos en las condiciones «menos restrictivas» posibles.

La presidenta del poderoso Comité de Apropiaciones, Nita Lowey, de Nueva York, señaló que es importante asegurar que los datos sobre los niños no caigan en manos de ICE y mencionó que la información que han obtenido en esta visita se la trasladarán de regreso a Washington a sus colegas de la Cámara baja, para, tras analizará, «actuar».

Lowey dijo que, incluso aunque el lugar donde están recluidos fuese un hotel de lujo como el Ritz, los niños no deberían estar allí. «Los niños tienen que estar con sus familias», señaló.

En el mismo sentido, DeLauro indicó que, aunque los niños les recibieron sonriendo, están allí contra su voluntad y subrayó que en el lugar donde estudian dentro del «albergue», como lo llaman las autoridades, hay un ruido «impresionante» y «no pueden aprender nada».

La congresista Debbie Wasserman Schultz se quejó de que los directivos del centro no les facilitaron la información sobre el plan preventivo de cara a la temporada de huracanes en el Atlántico y tampoco lo han hecho con las autoridades de Florida, cuando es su obligación hacerlo.

Otros congresistas de la delegación que visitaron el centro fueron Lois Frankel y Charlie Crist.