Tegucigalpa – Los ataúdes con los restos mortales de los dos hijos de cinco y 11 años de la hondureña Rossibeth Flores Rodríguez, llegaron esta noche al aeropuerto internacional Toncontín de Tegucigalpa y se espera que el cuerpo de su madre sea repatriado en las próximas horas, luego que el pasado 16 de julio fueron asesinados en Iowa, Estados Unidos.

La madre hondureña, originaria de El Paraíso, Copán, región occidental de Honduras, fue asesinada junto a dos hijos en el estado de Iowa, Estados Unidos.

Rossibeth Flores Rodríguez planeaba mudarse de apartamento porque no soportaba el acoso al que la sometía el hombre que la había acogido al llegar a Estados Unidos.

La mujer estaba esperando una cita con migración antes de mudarse para no tener que convivir con el guatemalteco que la recibió en Iowa, quien supuestamente terminó cegándole la vida, así como a la de sus dos vástagos.

Desde hace dos semanas la familia en Honduras estaba a la espera de la repatriación de los cuerpos de la mujer y sus dos hijos.

En ese sentido, después de semanas de espera, los cuerpos sin vida de los infantes ya fueron entregados por autoridades consulares a sus familiares.

El sueño americano se convirtió en una tragedia para la madre hondureña que partió, junto a sus dos pequeños, sin imaginar el terrible final que les esperaba.

La fallecida Rossibeth Flores, de 29 años, tenía cinco meses de vivir en los Estados Unidos con sus dos infantes, que fueron identificados como Ever Mejía de cinco años y Grecia Alvarado de 11, quienes cursaban el kínder y sexto grado, respectivamente.

El tío de la fallecida, Jaime Salazar, lamentó el terrible final de su sobrina y espera que las autoridades estadounidenses hagan justicia por la irreparable pérdida de sus familiares.

La información que se maneja es que Rossibeth y sus hijos, fueron asesinados por un ciudadano guatemalteco identificado como Marvin Oswaldo Esquivel López de 31 años, quien la acogió al llegar a suelo estadounidense y quien posteriormente le quitaría la vida a la hondureña y a sus dos hijos por ser rechazado en su pretensión amorosa.

El brutal hecho criminal ocurrió el pasado 16 de julio y en medio del dolor y la consternación, la familia de los hondureños, originarios de El Paraíso, Copán, esperan el cuerpo de Rossibeth para darle cristiana sepultura junto a sus pequeños.