Vista de unos carteles que piden la protección del Estatus de Protección Temporal (TPS). EFE/Lenin Nolly/Archivo

Washington – Los republicanos, que tienen mayoría en el Senado de Estados Unidos, impidieron hoy una votación sobre la concesión del Estatus de Protección Temporal (TPS) para los inmigrantes venezolanos aprobada la semana pasada por la Cámara de Representantes.

El senador Marco Rubio, republicano por Florida, quien había patrocinado junto al senador Bob Menéndez (demócrata por Nueva Jersey) una versión del proyecto de ley, dijo que el Senado no votará la iniciativa antes de irse a un receso de seis semanas.

Menéndez y su correligionario Dick Durbin, de Illinois, intentaron la aprobación por unanimidad, un procedimiento que permite ahorrarse los trámites en los comités para lograr un acuerdo expedito, pero ese procedimiento falla si un solo senador se opone.

El republicano Mike Lee, the Utah, se opuso al pedido de Menéndez y Durbin para el trámite rápido del TPS, un beneficio al cual se opone la administración del presidente, Donald Trump.

«La aprobación por unanimidad no es la forma en que deberíamos aprobar esta legislación», argumentó Lee, quien indicó que los senadores necesitan más tiempo para estudiar la propuesta de la Cámara Baja para presentar enmiendas.

La representante Donna Shalala, demócrata por Florida, dijo en una declaración que estaba «profundamente decepcionada por las acciones del senador lee y sus colegas republicanos que bloquearon esta legislación destinada a salvar vidas».

«Pero no puedo decir que esté sorprendida», agregó.

«Durante años, los republicanos han estado envolviéndose en la bandera venezolana y proclamándose campeones de la restauración democrática en Venezuela, pero virtualmente en cada oportunidad que hay para ayudar al pueblo venezolano, los dirigentes republicanos en el Senado, la Cámara (Baja) y la Administración, de manera coherente los han abandonado», sostuvo Shalala.

Rubio, quien señaló a la prensa que no espera acción en el Senado en lo que resta de la semana añadió que tiene la esperanza de que el gobierno del presidente Donald Trump haga algo acerca de los venezolanos.

Varios legisladores republicanos y funcionarios de la Casa Blanca son renuentes a extender el TPS a los inmigrantes de Venezuela, y al mismo tiempo quieren ponerle fin a los beneficios concedidos a los ciudadanos de otros países.

En el bando republicano los senadores Rubio y Rick Scott y el representante Mario Díaz Balart están a favor de dar a los venezolanos ese beneficio, que les permitiría residir y trabajar legalmente en Estados Unidos por el tiempo que dure la medida.

El jueves pasado, la Cámara de Representantes aprobó la concesión del TPS a los inmigrantes venezolanos.

La propuesta recibió el aval de la Cámara Baja con 272 votos a favor frente a 158 en contra, y fue remitida al Senado.

Horas antes de la votación en la Cámara Baja, el representante Darren Soto, demócrata por Florida, dijo en una conferencia de prensa que la situación de Venezuela «es grave».

«Este es exactamente el tipo de situación que necesita el programa del Estatus de Protección Temporal», afirmó Soto, al señalar que los venezolanos -de los que calculó 170.000 residen en Florida- representan el grupo más grande de solicitantes de asilo en Estados Unidos.

El TPS es un programa migratorio creado en 1990 que concede permisos de forma extraordinaria a los nacionales de países afectados por conflictos bélicos o desastres naturales.

Desde entonces, los diferentes gobiernos han concedido el TPS a países como Honduras y Nicaragua tras el paso en 1998 del devastador huracán Mitch, a El Salvador a raíz de una serie de sismos en 2001, a Haití en 2010 por su catastrófico terremoto y a Sudán en 2014 con motivo del conflicto de Sudán del Sur.