Un grupo de personas se manifiesta en el monumento al migrante, en la ciudad de Reynosa, en el estado de Tamaulipas (México). Alcaldes de ciudades fronterizas aseguran que no existe una "crisis" en la frontera, tal y como afirma el presidente Donald Trump, que el muro que el mandatario quiere construir no es la "solución mágica" y temen el impacto económico en sus comunidades del cierre parcial del Gobierno. EFE

Reynosa (México) – México reaccionó hoy con desinterés ante la visita del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la ciudad fronteriza de McAllen (Texas), donde continuó promoviendo la construcción del muro fronterizo.

La visita de Trump provocó limitadas reacciones en la ciudad de Reynosa, en el estado mexicano de Tamaulipas, frontera con Texas.

Aunque se esperaban manifestaciones a ambos lados de la frontera, la presencia de Trump apenas atrajo el interés de los grupos defensores de los migrantes que acostumbran a movilizarse con frecuencia.

El mismo desinterés ha sido expresado oficialmente por el Gobierno mexicano, ya que el presidente Andrés Manuel López Obrador, calificó de «asunto interno» la disputa entre republicanos y demócratas sobre el muro fronterizo, así como las últimas declaraciones de Donald Trump.

«No vamos a responder a planteamientos que se generan por la situación interna en Estados Unidos», dijo López Obrador y recordó que para México la «problemática migratoria» se resuelve atendiendo «las causas».

«Los muros dividen países y ya son políticas retrógradas, ya ha habido muros en otros tiempos y han sido derribados», dijo Fortino López Balcázar, presidente de la Asociación Internacional de Derechos Humanos, quien encabezó una manifestación cerca del Puente Internacional Reynosa-Hidalgo con unas 20 personas.

«La migración seguirá existiendo y los migrantes van a cruzar a Estados Unidos con muro y sin muro», añadió el activista, quien dijo que Estados Unidos tiene que buscar otras formas para solucionar el problema migratorio.

Los manifestantes en su mayoría centroamericanos desplegaron carteles con mensajes como «No al muro», «El muro es un delirio de Trump», «Los migrantes no somos delincuentes» y «Trump es igual a Hitler», entre otros.

En tanto, la diputada local del derechista Partido Acción Nacional (PAN), Nohemí Alemán, recordó que Trump «está en todo su derecho de trabajar e instalar este muro fronterizo» pero los mexicanos no tienen porqué pagar esa barrera.

«Si ellos (Estados Unidos) quieren esa protección para su país la tienen que pagar con su presupuesto porque los mexicanos no vamos a pagar ni un peso», apuntó.

Durante su campaña presidencial y ya como primer mandatario de Estados Unidos, Trump ha insistido en la construcción de un muro para contener el paso de los migrantes, en su mayoría, centroamericanos, que buscan llegar a Estados Unidos.

La legisladora explicó que si la idea de Trump con el muro es evitar que entre más gente a EE.UU. «esa no es la solución, no porque haya un muro la gente va dejar de cruzar (…) la migración siempre va existir y con un muro no lo va a detener».

En McAllen, Trump se reunió con las autoridades de seguridad y migración para conocer de primera mano la situación en la zona.

El mandatario reiteró la necesidad del muro fronterizo ante la «crisis humanitaria» que a su juicio existe.

En un mensaje a la nación, Trump aseguró el martes que la situación en la frontera con México es una «crisis creciente», a pesar de que el número de detenciones se ha reducido drásticamente en las últimas dos décadas.

La retórica contra la inmigración ilegal de Trump surgió efecto en su primer año de mandato, en 2017, cuando unas 310.000 personas fueron arrestadas por cruzar ilegalmente la frontera.

En los dos últimos meses detonó una crisis migratoria cuando unos 9.000 centroamericanos, en su mayoría hondureños, se organizaron en distintas caravanas para llegar a la ciudad mexicana de Tijuana.

Medios estadounidenses especulan con la posibilidad de que Trump declare una emergencia nacional, lo que le permitiría utilizar fondos militares en la construcción del muro.

Por otro lado, Trump canceló hoy su participación en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, por la crisis política en el país que ha provocado el cierre parcial de la Administración federal.

«Debido a la intransigencia de los demócratas en seguridad fronteriza y la gran importancia de la seguridad para nuestra nación, cancelo con respeto mi muy importante viaje a Davos», dijo Trump en su cuenta de Twitter.

Las suspensión del viaje se produce cuando se cumple el vigésimo día de cierre parcial de la Administración ante su insistencia de que el Congreso apruebe fondos para la construcción del polémico muro fronterizo con México, y la oposición frontal por parte de los demócratas, que controlan la Cámara de Representantes.