Ayudar a niños y jóvenes con cáncer e incentivarlos a ser consistentes en sus tratamientos a través del desarrollo humano y la risoterapia es el principal objetivo de la asociación mexicana México Sonríe. EFE/Archivo

México – Ayudar a niños y jóvenes con cáncer e incentivarlos a ser consistentes en sus tratamientos a través del desarrollo humano y la risoterapia es el principal objetivo de la asociación mexicana México Sonríe.

«México Sonríe se dedica a atender a niños y niñas que luchan contra el cáncer y el objetivo es que tengan un tratamiento exitoso, para ello tenemos programas donde tratamos de acompañarlos de una manera multidisciplinaria», explicó a Efe Gabriela de la Torre, directora de la fundación.

Agregó que los niños que tienen que enfrentarse a esta enfermedad muchas veces experimentan estrés e incluso depresión, todo generado por el mal que padecen, por lo que esta asociación busca cambiar la realidad de estos pequeños.

«Empezamos en 2012 al darnos cuenta de que había muchas necesidades debido a que los niños enfrentaban tratamientos muy largos y muchas veces abandonan las terapias por los efectos que tienen en ellos», aseveró De la Torre.

La fundación, indicó, está enfocada en el acompañamiento de los pacientes a través de una premisa simple: la felicidad.

«El cuerpo genera endorfinas que te dan la sensación de bienestar general, cuando estás de buenas, tranquilo, te sientes bien anímicamente y es cuando el cuerpo y el sistema inmunológico puede trabajar de una manera normal», agrega.

En contraparte, dice, cuando la persona anímicamente se siente mal o le duele algo, es más fácil que se enferme, «cuando estás triste o te relajas, bajan tus defensas y es más fácil que te enfermes».

Por eso, su objetivo es tratar de hacer que los niños estén bien «que se sientan amados y acompañados y eso es lo que ayuda a tener un tratamiento con mejores resultados».

Para proporcionar una mejor ayuda, De la Torre se ha especializado en desarrollo humano y risoterapia. «Muchas veces los niños no tienen ganas de jugar, más que de sentirse acompañados y nosotros solo queremos darles lo que realmente necesitan», indicó.

La fundación no solo ayuda a los niños en sus emociones, sino que también busca paliar las carencias de recursos tanto de las familias como de los hospitales.

«Además, buscamos elevar la baja autoestima y depresión de las niñas al perder el cabello como consecuencia de las quimioterapias, que enfrenten el miedo a la muerte y evitar el abandono a los tratamientos médicos», aseguró.

Uno de los programas que han implementado se llama pasaporte a la aventura con el cual apoyan a los niños para que no abandonen su tratamiento médico.

«Es un programa multidisciplinario en el que participan los oncólogos, trabajo social, enfermeras y autoridades de cada hospital junto con México Sonríe y la familia de cada paciente para otorgar puntos que se contabilizan en el pasaporte de cada beneficiario», indicó.

Cuando los niños logran juntar todos los puntos necesarios, la fundación les regala un viaje a la playa.

«Este programa ha tenido beneficios médicos y psicológicos porque los niños luchan positivamente para concluir su tratamiento satisfactoriamente. Los puntos se ganan por cada quimioterapia, internamiento, amputación y otros factores a nivel médico», explicó.

El objetivo, dijo, es darles a los pequeños un incentivo «pues sabemos que en el tratamiento médico está la cura», señaló.

De la Torre aseguró que es necesario como sociedad mirar a este grupo de personas «devolverles la sonrisa y pensar que en nuestras manos no está cambiar su condición de vida pero sí pensar que en nuestras manos está poder ser amables con las personas que nos rodean», finalizó.

México Sonríe también apoya a los niños con diagnósticos moleculares, además de organizar un Trenzatón con el que obsequian pelucas oncológicas a niñas con cáncer.

También ofrecen mensualmente cursos de capacitación para voluntarios y para empresas u organismos del sector público para generar conciencia sobre esta enfermedad.