El aniversario hizo que muchos medios enviaran equipos a la zona del Pandhandle , a unos 936 kilómetros (582 millas) de Miami, para comprobar si la recuperación está realmente en marcha. EFE/ Michael Reynolds /Archivo

Tegucigalpa – Luego de un año del terrible pasó del huracán Michael en el noreste de Florida, el cual tocó tierra como categoría cuatro y destruyó las ciudades de México Beach y Panamá Beach, son los migrantes hondureños en conjunto con los mexicanos los principales restauradores de estas ciudades.

-Michael es el huracán más poderoso que jamás haya golpeado el noroeste de Florida y el tercero en la historia de Estados Unidos.

Poco después de tocar tierra en octubre de 2018, Michael dejó sin electricidad a un cuarto de millón de hogares y empresas. Las líneas eléctricas fueron destrozadas por la caída de los árboles.

De acuerdo con estadísticas de la Universidad de Colorado, Michael es la cuarta tormenta con vientos más destructores en llegar a Estados Unidos, solo superada por un huracán sin nombre que impactó en 1935, Camille (1969) y Andrew (1992).

En ese orden, el noroeste de Florida (EE.UU.) lucha por volver a la normalidad un año después del paso del devastador huracán Michael, que tocó tierra en México Beach el 10 de octubre de 2018 con unos vientos de categoría 5.

Dieciséis personas murieron directamente a causa de Michael -las muertes indirectas son muchas más- y los daños fueron evaluados en unos 25 mil millones de dólares por las aseguradoras.

Hoy, son los migrantes hondureños los principales reconstructores de las zonas afectadas por el fenómeno, meteorológico.

Pese a la solidaridad, diarios como el The New York Times han denunciado que estos inmigrantes han sido explotados por sus empleadores, quienes no les pagan lo convenido, en ocasiones los dejan sin salario y además -después que laboran por meses- los denuncian con agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).

“A veces no hacemos más que trabajar, confiamos en la gente, y después no nos pagan”, manifestó a ese diario hispano el hondureño Will de 44 años de edad y quien pidió no ser identificado por su apellido.

El inmigrante “catracho” narró que alquiló -junto a tres inmigrantes- una casa dañada por el huracán Michael, cada uno de ellos paga 250 dólares. Ellos trabajan reparando tuberías, puertas y ventanas.

 Es oportuno mencionar que en septiembre un grupo de inmigrantes realizó una demanda ante el tribunal federal en la ciudad de Miami contra la empresa de restauración tras catástrofes, Cotton Holdings y contra el dueño de la compañía de reclutamiento, Daniel Paz, debido a que limpiaron los escombros de una gran zona de los Cayos de la Florida luego que el huracán Irma azotó ese lugar en 2017, y no les pagaron el salario mínimo ni las horas extra trabajadas.

Entre tanto los migrantes hondureños continúan restaurando las estructuras y construyendo lo que fue destruido por este poderoso huracán.

Luego del paso del huracán Michael, la ciudad de México Beach redujo su población de mil 200 habitantes a 400.