Sídney (Australia) – Médicos sin Fronteras (MSF) exigió hoy la «inmediata evacuación» de todos los solicitantes de asilo y refugiados que Australia tiene en Nauru, después de que la organización haya sido expulsada de esta nación insular.

La filial australiana de la ONG expresó su «fuerte condena» a la decisión del Gobierno de Nauru de poner fin a los tratamientos de salud mental que psicólogos de MSF prestaban a los inmigrantes indocumentados que Australia reubica en un centro de detención en esa isla del Pacífico.

La organización describió la situación de la salud mental de estos refugiados como «más allá de la desesperación» y llamó tanto a evacuar a todos los «sin papeles» de la isla como a poner fin al régimen de detención deslocalizado por Australia.

Al menos 78 pacientes tratados por MSF presentan inclinación al suicidio o se han autolesionado, dijo la ONG que identificó a los que han sido separados de su familia más inmediata como los pacientes más severamente afectados.

«Separar a familias y retener a la fuerza a hombres, mujeres y niños en una isla remota de forma indefinida sin esperanza o protección excepto en caso de emergencia médica es cruel e inhumano», dijo el director ejecutivo de MSF Australia, Paul McPhun.

«Esta política tiene que terminarse inmediatamente (…) No son los psiquiatras y psicólogos de MSF los que deberían irse de Nauru. Son los cientos de solicitantes de asilo y refugiados que Australia mantiene atrapados desde hace cinco años los que deberían irse», añadió McPhun.

Organizaciones de médicos y de derechos humanos de Australia denunciaron la situación de emergencia que «supera los peores temores» que padecen los 900 indocumentados retenidos en Nauru, entre ellos 109 menores.

Australia comenzó en 2001 la llamada «Solución Pacífico», dirigida a detener el flujo de inmigrantes ilegales y que consistía en pagar a terceros países para acoger a los «sin papeles».

La política se suspendió en 2007, pero se reanudó en 2012 con la apertura de un centro en Nauru y otro en la isla de Manus, en Papúa Nueva Guinea.

Muchos de los refugiados y solicitantes de asilo en Manus han huido de conflictos como los de Afganistán, Darfur, Pakistán, Somalia y Siria; otros han escapado de la discriminación, como las minorías rohinyá, en Birmania (Myanmar), o bidún, en la región del Golfo. EFE