Fotografía fechada el 25 de septiembre de 2019 que muestra al productor general del Festival "Madambé: sonoridades del mundo", Ruben Jurado, mientras habla en entrevista con Efe, en Quito (Ecuador). EFE/ Jose Jacome

Quito – Músicos de siete países de África y Latinoamérica se juntarán el próximo mes de octubre en Ecuador, en la segunda edición anual del Festival «Madambé: sonoridades del mundo», que busca el reencuentro de los dos continentes y la unidad de los pueblos del sur.

Músicos de Mali, Costa de Marfil, Argentina, Brasil, Colombia, Cuba y Ecuador se juntarán todo el mes, con un sinnúmero de actividades que incluye un ciclo de conciertos en el Teatro Nacional «Sucre», el más importante de Quito, entre el 24 y 26 de octubre, con un repertorio inédito basado en la fusión de los ritmos llegados desde los dos continentes separados por el Atlántico Sur.

Se trata de una fusión de ritmos y culturas que «tienen más de lo común de lo que se cree», aseguró a Efe Rubén Jurado, productor general del Festival y del concierto que también se presentará el 19 de octubre en el Teatro «Carlos Cueva Tamariz» de la ciudad andina de Cuenca, en el sur de Ecuador.

Madambé es una palabra que los organizadores crearon con base en el idioma mambara, de Mali, con la voz «Ma», que significa madre, y «Dambé», de viaje o raíz.

Por ello, el Festival Madambé representa «ese viaje a nuestra raíz. Una especie de Mama Pacha (Madre tierra, en quichua) africana», añadió Jurado tras insistir en que entre los africanos y los andinos «tenemos más en común de lo que creemos».

También en la relación musical, ya que en ambas partes «se respeta la naturaleza, al agua, al guerrero, a la mujer», aunque también son evidentes «las diferencias entre los dos» mundos que han permanecido separados por mucho tiempo, agregó el promotor del festival.

«El Encuentro es tremendo, porque parece que las dos culturas se conocieran, pero también suenan diferente», remarcó Jurado, para quien la raíz africana en Latinoamérica es «directa y profunda».

Se intenta, dijo, «tejer esos lazos» entre los dos lados, en una «conexión sur-sur, entre continentes del sur», para generar «un espacio de paz» y para que «se fortalezca el puente del arte entre Latinoamérica y África».

La nutrida agenda de los músicos invitados comenzará el 1 de octubre y concluirá el día 30 del mismo mes, porque el Festival supone una «experiencia vivencial» para los artistas, que visitarán sitios culturales representativos de Ecuador, precisó Jurado.

Los músicos acudirán a comunidades indígenas, mestizas, afrodescendientes y criollas de seis provincias ecuatorianas (Imbabura, Pichincha, Azuay, Cañar, Guayas y Esmeraldas), para que «se empapen de la cultura nacional», agregó.

Explicó que los intérpretes experimentarán «un proceso de residencia artística, de creación colectiva», mediante un «encerrón» de diez días en el Centro de Arte Contemporáneo de Quito, donde elaborarán las obras que conformarán el repertorio de los conciertos programados.

En esa actividad participarán los artistas de los países invitados y unos 35 músicos nacionales, lo que proporcionará una atmósfera creativa especial a los representantes culturales de los dos continentes, añadió.

Se busca, dijo, producir unas 30 melodías que serán presentadas en los conciertos en Quito y Cuenca, que también irán a grabación, agregó Jurado.

Entre los artistas invitados destacan el conjunto colombiano «Gaitas y tambores de San Jacinto», el compositor brasileño Guilherme Kastrup, mientras que de los dos países africanos Ahmed Fofana, Sadio Sidibe y Oumar Kouyate, entre otros.

El festival Madambé -explicó- busca generar ese «diálogo necesario para preservar la memoria, compartir saberes y abrir caminos de integración entre pueblos que resisten a través de la creación».