Jerusalén – El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, inicia hoy una visita oficial a Estados Unidos, que utiliza sin disimulo como principal activo en una de las campañas electorales más difíciles a las que se ha enfrentado en su vida política.

«Voy a Washington para reuniones muy importantes con el presidente Trump, por supuesto, también me reuniré con los jefes del Congreso y hablaré en la conferencia de (el loby judío) AIPAC», anunció antes de su partida.

«Los lazos que tengo con los líderes mundiales (con Putin, con Moody de la India, con Bolsonaro que viene aquí desde Brasil, con Abe de Japón, con los líderes de China y otros) son un activo muy importante para el Estado de Israel», reivindicó.

Y en una poco disimulada apelación al voto, añadió: «Pero nunca ha habido tal conexión entre un primer ministro israelí y un presidente estadounidense. Este es un activo muy, muy importante para el Estado de Israel y es importante que continúe sirviéndonos».

El jefe del gobierno israelí se encontrará con el presidente estadounidense, Donald Trump, no una, sino dos veces: en una reunión de trabajo en la Casa Blanca mañana y en una cena el martes, unas oportunidades de fotos que el primero espera tengan un impacto positivo en plena campaña electoral, con los comicios generales que determinarán su futuro el próximo 9 de abril.

En esta ocasión, el apodado Bibi no solo se juega su permanencia al frente del Gobierno, sino también la posición desde la que afrontará sus problemas jurídicos, ya que la Fiscalía anunció en febrero que le imputará por tres casos de corrupción (por delitos de fraude, violación de la confianza y, en uno de ellos, soborno).

Además, algunas fuentes aseguran que los fiscales han pedido investigar un nuevo posible caso, relacionado con su enriquecimiento por la venta de acciones de una empresa ligada a la compañía alemana Thyssenkrupp, de la que luego autorizó una compra de tres submarinos.

Anoche, Netanyahu dio una entrevista en directo al noticiero Hahadashot, en la que la periodista le puso en varias ocasiones contra las cuerdas y en la que reconoció que él personalmente dio el visto bueno para que la empresa alemana vendiese submarinos a Egipto, sin conocimiento de los altos mandos de seguridad y defensa.

El analista de Maariv Ben Caspit asegura que el mandatario se vio obligado a someterse a la entrevista no prevista, algo que no ha hecho «en años y años» consciente de su «caída en las encuestas» y del «resurgimiento del asunto de los submarinos» a tres semanas de la cita electoral.

Unos asuntos sobre los que tratará de correr un tupido velo con sus tres días de visita a EE.UU., en los que, según anunció su oficina, los temas centrales a tratar serán la promesa del reconocimiento de Trump de la soberanía israelí sobre el territorio sirio ocupado en 1967 de los Altos del Golán -que se espera se concrete en un documento oficial durante su estancia-, la situación en Siria, las cooperación en materia de seguridad, y por supuesto, Irán.

De esté último, tratarán sobre los esfuerzos iraníes por instalarse militarmente en Siria, cómo impedir que Teherán logre desarrollar armas nucleares y las nuevas sanciones impuestas por Washington al régimen de los ayatolás.

Netanyahu se hospedará en la Casa Blair, la residencia oficial de invitados de la Casa Blanca, y pronunciará un discurso el martes por la mañana en la conferencia anual de AIPAC.

También se reunirá en Capitol Hill con el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnel; el líder de la minoría, Chuck Schumer; la presidenta de la Casa de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la minoría en esa Cámara, Kevin McCarthy.

Anoche, antes de su partida, Netanyahu felicitó y agradeció la «nueva imposición de sanciones contra los líderes del programa militar nuclear iraní» por EE.UU.

El primer ministro israelí «felicita al presidente Donald Trump, al secretario de Estado, Mike Pompeo; y al asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, por imponer sanciones a los líderes del programa militar nuclear de Irán tras exponer (Israel hace unos meses) el archivo nuclear iraní», informó su oficina.

Netanyahu aseguró que Teherán «continúa engañando a la comunidad internacional y mintiendo al mundo sobre su programa militar nuclear. El régimen iraní sigue ocultando sus capacidades y su esfuerzo por lograr armas nucleares», con lo que «pone en peligro la paz en Oriente Medio y el mudo entero, y debe ser parado».

Una cuestión que estará sin duda en el eje de sus conversaciones en Washington de los próximos días y en la campaña electoral.