Abuya.- Nigeria y Camerún pusieron en marcha, con el apoyo del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), un proceso de repatriaciones voluntarias para desplazados nigerianos por culpa del terrorismo de Boko Haram, informó hoy esa agencia de la ONU.

La primera repatriación voluntaria se completó este jueves con 133 refugiados nigerianos (veintitrés familias), trasladados desde el campo camerunés de Minawao hasta la localidad de Yola, en el noreste de Nigeria.

La operación se realizó en virtud de un acuerdo tripartito entre las dos naciones africanas y ACNUR, para ayudar al retorno y la reintegración de quienes deseen volver a su país de forma voluntaria y aliviar así la complicada situación en la frontera.

«Esta operación de repatriación se preparó durante mucho tiempo con las autoridades camerunesas y nigerianas en ambos lados de la frontera. Más de 2.000 nigerianos han expresado su deseo de volver a su país y hemos facilitado esta repatriación con seguridad y dignidad», señaló Mylene Ahounou, directora de la oficina de ACNUR en la zona camerunesa de Maroua (norte), según un comunicado.

Nigeria afirmó este año que está preparada para volver a acoger a unos 4.000 nigerianos, pero los desplazados en Camerún por culpa del terrorismo yihadista de Boko Haram suman decenas de miles.

El campo de Minawao, situado junto a la frontera entre los dos países y con una población estimada de unas 59.000 personas, acoge a la mayor parte de ellos.

Las repatriaciones voluntarias alcanzan, de momento, a desplazados originarios de los estados nigerianos de Adamawa y Bauchi, donde la situación de seguridad ha mejorado, a diferencia de Borno, que se mantiene como el epicentro de la violencia de Boko Haram.

El acuerdo tripartito establece un marco legal de cooperación para las repatriaciones voluntarias, de modo que se garantice la seguridad de los desplazados y el respeto a los derechos humanos.

En el pasado, ACNUR dio la voz de alarma en varias ocasiones por la situación en la frontera, con episodios como deportaciones de refugiados por parte de Camerún o semanas con altos flujos de nigerianos retornando a Borno -en ocasiones por millares al día- sin condiciones mínimas de seguridad.

La situación en Nigeria y Camerún se enmarca en una crisis más amplia en la cuenca del lago Chad, motivada por las actividades del grupo terrorista nigeriano Boko Haram, pero también por otros factores como la sequía, que en los últimos años desplazó a más de 2,7 millones de personas en la zona.