Una propuesta legislativa que busca endurecer las normas para la permanencia de los extranjeros en Panamá presentada hace pocos meses ante el Parlamento generó brotes de xenofobia en el país, especialmente por el verbo encendido con el que fue presentada por su promotora, la diputada oficialista y exaspirante a candidata presidencial, Zulay Rodríguez. EFE/Bienvenido Velasco/Archivo

Panamá – Autoridades panameñas dijeron este martes que está en marcha un proceso de transformación de su legislación migratoria, en el que se mantienen las restricciones de acceso a extranjeros a ciertas profesiones pero se incluye la sensibilización de la población frente a los migrantes tras algunos brotes de xenofobia.

«Nosotros no solo estamos en un proceso de transformación de nuestra legislación migratoria, sino de sensibilización del tema de la migración (…) Nos ha faltado un poco la sensibilización al panameño. Pasamos de ser un país de transito a uno de destino en muy poco tiempo», dijo a Efe la directora de empleo del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral, Zatrina Simón.

Panamá ha sido destino en los últimos años de miles de venezolanos que huyen de la crisis generalizada de su país, mientras que tradicionalmente lo ha sido de colombianos y de ciudadanos centroamericanos como nicaragüenses y salvadoreños.

Una propuesta legislativa que busca endurecer las normas para la permanencia de los extranjeros en Panamá presentada hace pocos meses ante el Parlamento generó brotes de xenofobia en el país, especialmente por el verbo encendido con el que fue presentada por su promotora, la diputada oficialista y exaspirante a candidata presidencial, Zulay Rodríguez.

Simón dijo que no cree que el panameño «sea xenofobo como tal, sino que» se ha «dado un choque de presión migratoria» que ha «generado este tipo» de posiciones «aisladas, de un grupo de panameños que se sienten molestos en un momento determinado».

«Nosotros no vamos a permitir que se creen conatos de xenofobia (…) no podemos contraer las opiniones de cada cual, pero lo que sí podemos es tratar de ser más responsables con nuestras actuaciones hacia el respeto de las normas, de los derechos de los extranjeros», comentó por su parte a Efe María Isabel Saravia, subdirectora general del Servicio Nacional de Migración de Panamá.

Entre 2010 y 2018 las autoridades panameñas aprobaron 150.000 permisos de residencia a extranjeros, según datos oficiales.

Una de los aspectos más delicados en el tema migratorio en Panamá es el laboral, pues la legislación local establece que solo nacionales pueden ejercer profesiones relacionadas con la salud o belleza, la arquitectura, el periodismo, el derecho, ingenierías y educación, entre otras.

Simón señaló que en el marco de los cambios legales esas restricciones se mantienen porque una eventual modificación «corresponde a cada uno de los gremios (profesionales) y habría que hacer un proceso de reforma de todas estas leyes para poder hacerle la apertura a los extranjeros».

Las autoridades panameñas han reconocido que las empresas, en especial las extranjeras, se quejan de que no encuentran en el país mano de obra especializada.

Las reformas legales en marcha en materia laboral están orientadas a «poner orden, pues existe una multiplicidad de normas (…) hay que garantizar la seguridad jurídica tanto del extranjero como de las empresas que están invirtiendo en Panamá», agregó Saravia.

Ambas funcionarias participaron este martes en una conferencia sobre política migratoria y laboral organizada por la Cámara de Comercio México-Panamá.