Washington – La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, pidió este sábado al presidente, Donald Trump, que suspenda las redadas «sin corazón» que está previsto comiencen este domingo con el objetivo de deportar a 2.000 familias de inmigrantes indocumentados.

En un comunicado emitido horas antes de que se inicien las anunciadas operaciones en 10 de las principales ciudades del país para detener a inmigrantes irregulares, Pelosi dijo que estas redadas «inyectarán el terror» en el país.

Por ello, instó al mandatario a «detener esta acción brutal» que separará a miles de familias, que, en su opinión, deben permanecer «unidas».

La dirigente demócrata lamentó que estas redadas no vayan a hacer distinción entre «la violación de un estatus (migratorio) y cometer un delito grave».

Fue el propio Trump el que adelantó el pasado lunes que su Gobierno iba a realizar redadas masivas para deportar a millones de indocumentados, pero este viernes medios nacionales indicaron que los planes serán finalmente detener y deportar a unas 2.000 familias con indocumentados que ya tienen orden de expulsión.

Ante las críticas que le han llegado desde dirigentes estatales y alcaldes como los de Los Ángeles y Chicago, dos de las ciudades en las que supuestamente habrá redadas, Trump defendió el plan alegando que estas personas «han huido de la ley y han huido de los tribunales».

«Estas son personas que se supone que deben regresar a su país de origen. Rompieron la ley al entrar al país, y ahora al quedarse», dijo Trump en su cuenta en Twitter en la que posteriormente fue más rotundo al decir: «Cuando la gente entra ilegalmente a nuestro país, será ¡DEPORTADA!».

Pelosi lamentó esta iniciativa y pidió a líderes religiosos que insten al presidente a suspenderlo y se dirigió en concreto a los evangélicos, que han mostrado un apoyo firme al mandatario, para que le transmitan a Trump que, tal y como han dicho, la acogida de refugiados es la joya de la corona del humanitarismo estadounidense.

Citó al expresidente Ronald Reagan (1981-1989), quien afirmó que gracias a los inmigrantes EE.UU es una «nación siempre joven, siempre llena de energía y nuevas ideas» y que si alguna vez se les cerrara la puerta, el «liderazgo» mundial del país se perdería.

La líder de la Cámara de Representantes aprovechó las declaraciones del propio Trump de que había suspendido un ataque a Irán, en represalia por haber derribado un dron, al saber que esta acción militar supondría la muerte de 150 personas.

«Ayer el presidente habló sobre la importancia de evitar el daño colateral de 150 vidas en Irán. Espero que aplique ese mismo valor para evitar el daño colateral a decenas de miles de niños que están asustados por sus acciones», dijo Pelosi.

Según informaron este viernes varios medios, la operación se realizaría en las ciudades de Nueva York, Miami (Florida), Houston (Texas), Los Ángeles y San Francisco (California), Chicago (Illinois), Atlanta (Georgia), Nueva Orleans (Luisiana), Baltimore (Maryland) y Denver (Colorado).

El objetivo serían unas 2.000 familias de indocumentados que habían llegando recientemente al país y a las que ICE envió cartas en febrero en las que les informaba de que tenían hasta marzo para cooperar con las autoridades migratorias y abandonar voluntariamente el país.