Washington – La política de asilo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, logró este viernes una victoria parcial en los tribunales con una decisión de una corte de apelaciones que tumbó parte de otro fallo judicial que había suspendido las medidas decretadas por el mandatario.

El dictamen de los tres jueces del tribunal de apelaciones restringe la aplicación del fallo del mes pasado de la Corte federal del Noveno Circuito a los distritos donde tiene jurisdicción en los estados fronterizos de California y Arizona y establece que no puede implementarse a escala nacional.

Los jueces consideran que la Corte del Noveno Circuito fracasó a la hora de analizar el motivo por el que una orden a nivel nacional era necesaria para remediar el daño que las organizaciones proinmigrantes que presentaron el pleito alegaron que había ocasionado la nueva regulación gubernamental.

El mes pasado un magistrado de la Corte del Noveno Circuito suspendió la nueva regulación del Gobierno que establecía que los extranjeros que busquen asilo en EE.UU. deben esperar en otros países a que se tramiten sus solicitudes, al considerar que probablemente era inválida al estar con conflicto con las leyes federales de asilo.

La medida adoptada por Trump apuntaba específicamente a los inmigrantes centroamericanos, que tienen que pasar por otros países antes de llegar a EE.UU. para pedir aquí asilo.

La Unión Americana de las Libertades Civiles (ACLU, en inglés) inició una querella contra el decreto en el tribunal del Noveno Circuito, con el argumento de que la medida viola las leyes estadounidenses sobre asilo y los tratados internacionales que, sobre la materia, ha firmado el país.

La decisión de este viernes del tribunal de apelaciones se produce después de que ayer la misma corte fallara que los niños inmigrantes detenidos por las autoridades estadounidenses deben recibir comida aceptable, agua limpia y productos básicos de higiene como jabón y cepillos de dientes.

Cientos de miles de centroamericanos, en su mayoría en grupos familiares, han llegado a la frontera de Estados Unidos en el último año y, en lugar de ingresar al país ilegalmente, se han entregado a las autoridades pidiendo asilo.

El éxodo ha derivado en la detención de miles de personas en diversas instalaciones y en la separación de miles de menores de sus familias.