El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo. EFE/Jim Lo Scalzo/Archivo

Quito – El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, recibirá este sábado al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en un excelente momento para las relaciones entre los dos países.

En el encuentro, que tendrá lugar en la ciudad costera de Guayaquil, se pretende pasar revista a la agenda bilateral, avanzar en la línea de cooperación que se mantiene en curso y tratar temas de la esfera internacional, según la Cancillería ecuatoriana.

La reunión, en la que estará también presente el ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores, José Valencia, buscará revitalizar la cooperación bilateral en áreas de interés mutuo, incluida la democracia, la prosperidad económica y la seguridad.

Ecuador es una de las escalas en la gira de Pompeo -que incluye a Argentina, México y El Salvador- «para fortalecer aún más» las «alianzas dentro del Hemisferio Occidental sobre los desafíos regionales y globales», según el Departamento de Estado de Estados Unidos.

Pompeo pretende ampliar la cooperación en temas de seguridad y destacar «el compromiso de Estados Unidos con la democracia, los derechos humanos y el aumento de oportunidades económicas» para los ciudadanos estadounidenses, indica.

La visita a Ecuador se enmarca en el reacercamiento entre ambos países desde que Moreno llegó a la Presidencia, en mayo de 2017.

En ese sentido, la Cancillería destacó esta semana que la relación «con Estados Unidos vive un momento positivo y la presencia del secretario Pompeo es muestra de ello».

«Impulsamos una diplomacia activa, que busca fortalecer los vínculos con el mundo y apoyar así la agenda del Gobierno Nacional para el desarrollo», apuntó.

Después del distanciamiento ideológico durante la Presidencia de Rafael Correa (2007-2017), más alineado con los regímenes del Socialismo del Siglo XXI, entre ellos Venezuela, Moreno buscó el acercamiento a Washington con el fin de abrir a su país al mundo, tanto a nivel político como en las esferas financieras y comerciales.

Desde entonces se han sucedido las visitas bilaterales, como la que tuvo lugar en 2018 del vicepresidente Mike Pence a Quito.

Además, en el último tiempo, Ecuador también ha tenido el apoyo de EE.UU. en la obtención de una serie de créditos por 10.200 millones de dólares de distintas organizaciones financieras internacionales y se ha reactivado la cooperación de seguridad.

Para el analista político Santiago Basabe, la visita de Pompeo es un «buen guiño para acuerdos políticos, de cooperación en temas de seguridad», que pueden llevar a «otros de orden económico».

Aunque la visita en sí misma no garantiza la concreción de los acuerdos, puede ser «un punto de partida para caminar hacia ello», explicó a Efe.

La visita de Pompeo es la de más alto nivel de Estados Unidos en lo que va de 2019, año en el que Ecuador retiró el asilo al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, tras cerca de siete años de tenerlo protegido en su Embajada en Londres.

En junio pasado, poco antes de terminar su misión en Ecuador, el entonces embajador de EE.UU. Todd Chapman señaló que Ecuador puso fin al asilo el 11 de abril «por sus propios intereses» en una «decisión soberana» y dentro de «una evolución política en el Gobierno de Lenín Moreno».

Chapman respondía a una pregunta sobre si EE.UU. había «sugerido» o «condicionado» el fin al asilo como contrapartida a cualquier tipo de ayuda, y dentro del proceso de reacercamiento entre ambos Estados desde que el presidente Moreno llegó al poder.

«Nuestra relación ya estaba creciendo rápidamente antes de la decisión de Ecuador de terminar el asilo político a Assange. Siempre hay un balance en las relaciones, pero no es así como trabajamos con Ecuador», puntualizó en ese sentido.

El activista fue detenido por Reino Unido y dado que es requerido por la Justicia de EE.UU. -por la difusión de cientos de miles de documentos secretos- ha quedado expuesto a una posible extradición.

El pasado lunes, y tras una reunión con Valencia, en Quito, el ministro británico para las Américas y Europa, Alan Duncan, reafirmó que Assange no será extraditado a ningún país con pena capital, como señala el acuerdo que alcanzaron ambas naciones.