Lyon (Francia) – El vicepresidente del Gobierno italiano y ministro del Interior, el ultraderechista Matteo Salvini, consideró hoy que España se está quedando sola en su política migratoria y se preguntó «cuánto tiempo podrá aguantar a un ritmo de llegadas de 700 inmigrantes clandestinos al día».

Salvini, que participó en una reunión de ministros del Interior de los seis mayores países de la Unión Europea (G6), de Marruecos y de Estados Unidos, subrayó ante la prensa que en sus encuentros con otros colegas comprueba que el modelo migratorio que aplica su Gobierno tiene cada vez más apoyos.

«Hace cuatro meses -ironizó- éramos racistas, egoístas, populistas, soberanistas, ignorantes, y ahora el modelo italiano de gestión de la inmigración está haciendo escuela».

Tras afirmar que había encontrado convergencia de puntos de vista con responsables de Austria, Holanda o Bélgica, señaló que incluso Francia secunda su posición, pese a los «insultos» que dice haber recibido del presidente francés, Emmanuel Macron.

Como excepción, apuntó al «amigo español, que representa un gobierno socialista, que a un ritmo de 700 inmigrantes desembarcados al día no sé cuánto tiempo lo podrán aguantar». «Los otros están agradecidos a Italia», añadió.

Poco antes, el ministro español del Interior, Fernando Grande Marlaska, preguntado por Efe por las llegadas de inmigrantes a las costas andaluzas en los últimos días, dijo que «hemos tenido un empuje de los flujos migratorios un poquito más importante. Evidentemente todo controlado».

Grande Marlaska dijo que en esta reunión del llamado G6 en Lyon no se ha producido un enfrentamiento con Salvini: «No hay ningún frente, no hay ninguna confrontación de ningún tipo».

A su juicio, en Europa hay cada vez más conciencia de que Europa y África tienen que colaborar y de que «debe existir una migración legal, pero controlada».

«Nosotros en Europa no podemos asumir el conjunto de flujos migratorios que están llegando», pero «África tampoco quiere que su juventud se vaya», argumentó el ministro.

Para él, «únicamente caben políticas serias de cooperación entre ambos y de ayuda al desarrollo». EFE