El ministro italiano del Interior, Matteo Salvini. EFE/Archivo

Roma – El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, indicó hoy que el barco de la ONG alemana Sea-Watch que rescató este miércoles a 52 migrantes frente a las costas de Libia tiene que dirigirse al puerto de Trípoli y amenazó con consecuencias si no lo hacen.

«El barco ilegal, después de haber embarcado a 52 migrantes en aguas libias, se encuentra a 38 millas de las costas de Libia, a 125 de Lampedusa, 78 de Túnez y 170 de Malta. Las autoridades libias han asignado oficialmente a Trípoli como puerto más cercano para el desembarco. Si este barco ilegal desobedece, poniendo en peligro a los migrantes, responderá de ello», comunicó a los medios Salvini.

La ONG explicó en Twitter, que el barco se encontraba próximo a las costas de Libia, a «unas 47 millas de Zawiya» y que cuando se llegó a la zona «no había nadie socorriendo a los migrantes, por lo que decidieron desplegar el dispositivo de asistencia».

Por otra parte, los abogados italianos de la ONG alemana han anunciado que denunciarán a Salvini por difamación porque «las autoridades libias no dieron ninguna indicación al barco humanitario» y que «las normas internacionales prohíben el transbordo y el desembarco en Libia», un país donde actualmente se vive un conflicto.

La portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados en el Sur de Europa, Carlota Sami, indicó en Twitter que «ningún ser humano puede ser devuelto a Libia, que no es un puerto seguro, es un país en guerra y donde los centros de detención son lugares inhumanos de torturas y violencias».

El Consejo de Ministros italiano aprobó el martes sancionar con entre 10.000 y 50.000 euros a las ONG que entren, transiten o estacionen en aguas territoriales italianas, un decreto ley que aún tiene que ser aprobado por el Parlamento, pero que no incluye las multas de hasta 5.000 euros por cada migrante rescatado en el Mediterráneo que Salvini quería aplicar.