Nueva York – «He vuelto (…) y estoy más que preparado para dirigir la oficina del presidente de Estados Unidos», dijo hoy el senador Bernie Sanders, ante miles de simpatizantes en su primer mitin tras recuperarse de un infarto y en el que intervino arropado por la congresista Alexandria Ocasio-Cortez (AOC).

Sanders, demócrata y de 78 años, arrancó ovaciones de sus simpatizantes, 20.000 según el propio senador, cada vez que lanzaba cada una de sus promesas electorales o arremetía contra el «1 por ciento» más rico del país y las grandes corporaciones «que los sustentan».

«Estoy más que preparado para acabar con la corrupción de la elite», dijo el veterano político, nacido en Brooklyn y que actualmente figura el tercero en las encuestas para convertirse en el candidato del Partido Demócrata para las elecciones del próximo año.

Atención médica universal, educación pública, salario mínimo de 15 dólares la hora, vivienda social, paridad entre el hombre y la mujer son algunos de los mantras de su campaña, que fueron acogidos con vítores y gritos de «ganaremos» por sus seguidores y que sus detractores consideran propuestas «socialistas», «populistas» y «radicales».

«Nuestra campaña no es solo para sacar al (presidente de EE. UU. Donald) Trump, el presidente más peligroso en la historia del país, de la oficina, sino que es para cambiar este país, para crear un gobierno y una economía que trabajen para todos nosotros, no solo para el uno por ciento», dijo en el arranque de su discurso.

Un uno por ciento que vinculó con la industria militar, las empresas de Wall Street, las farmacéuticas, las grandes inmobiliarias y las compañías petroleras.

«No van a abandonar el poder sin luchar, por eso os pregunto que tenemos que saber si estamos dispuestos a luchar contra esto para transformar este país», dijo Sander a un público entregado al que también prometió acabar con las deudas de los universitarios.

Asimismo, en busca del voto latino, prometió que su primera orden ejecutiva en la Casa Blanca será dar la nacionalidad a los jóvenes indocumentados beneficiarios del DACA y a sus padres.

En total 690.000 jóvenes, conocidos como «soñadores» pueden trabajar y están protegidos de la deportación, gracias a este programa.

Pero su verdadera apuesta hacia el voto latino y joven ha sido la adhesión de Alexandria Ocasio-Cortez a su campaña y cuya intervención desató el delirio de los presentes, quienes la recibieron al grito de «A-O-C».

Con la inclusión de Ocasio-Cortez, que presentó a Sanders como «mi tío Bernie Sanders», la campaña del veterano político espera remontar posiciones en su carrera electoral, especialmente en un momento en el que ha perdido fuelle ante sus dos principales oponentes, el exvicepresidente Joe Biden y la senadora Elizabeth Warren.

La joven socialista, que se ha convertido en la líder de la corriente izquierdista de su partido y que antes de entrar en política, a principios de 2018, era camarera en un bar de Manhattan, también defendió el derecho a una educación gratuita, a un sistema de seguridad social universal y a un salario «que permita vivir».

Además, instó a una transformación hacia una economía libre de emisiones de CO2, de la que se ha convertido en su adalid.

AOC forma junto a las congresistas Ilhan Omar, Rashida Tlaib y Ayanna Pressley el grupo conocido como «La brigada» (The squad») que ha influido notablemente en el ala progresista del partido este año, y ha atraído numerosos ataques de Trump.

Pero además de Ocasio-Cortez, varios políticos del estado de Nueva york que fueron presentados como «La brigada neoyorquina» mostraron su apoyo a Sanders, entre ellos Julia Salazar, Jessica Ramos, Luis Sepúlveda y Michael Gianaris.

El director de cine Michael Moore también subió al escenario para respaldar al veterano Sanders, que antes de esta gran prueba, ya participó el pasado 15 de octubre en el cuarto debate entre los aspirantes a la candidatura presidencial demócrata en 2020.

«No solo necesitamos democracia, necesitamos una economía democrática», dijo Moore antes de asegurar que Sanders es la persona que puede conseguir eso para Estados Unidos.

Entre los seguidores se encuentra Ben Nardolilli, que ha venido desde el barrio de Brooklyn y que destaca la idea de Sanders de una Norteamérica donde todos sean iguales.

También muestra su simpatía por Ocasio-Cortez «porque representa el nuevo movimiento de la izquierda».

«Es de mi generación» y lucha contra todo el estamento corrupto del partido demócrata, dice el joven.

Una neoyorquina de Queens, Nica Langinger, voluntaria en la campaña al Congreso de Ocasio-Cortez y que viste una camiseta de la congresista, de origen portorriqueño subraya que con el apoyo de AOC se refuerza la idea multirracial de los seguidores de Sanders, a quien según apunta la voluntaria se le tacha de arrastrar mayoritariamente a universitarios blancos.