US senator Jeff Merkley speaks during a press conference in Yangon, Myanmar, 21 November 2017. EFE/EPA/File

Portland (OR) – El senador demócrata Jeff Merkley denunció hoy que para abordar la llegada de inmigrantes el Gobierno de Trump adoptó como estrategia «lastimar a los niños (migrantes) como herramienta disuasoria».

«Eso es una estrategia política. Este memorándum habla de eso, lo expone tal como fue implementado por la administración», declaró hoy en una entrevista concedida a la cadena MSNBC, en la que aludió a un memorándum interno federal en el que figura la separación de familias migrantes como parte de las formas para abordar la inmigración ilegal.

Merkley, senador por Oregón, ha pedido al director del FBI, Christopher Wray, que inicie una investigación por posible perjurio contra la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, a la luz del documento.

El senador señaló que el pasado diciembre Nielsen mintió en un testimonio jurado que dio al Congreso y en la que la funcionaria dijo: «Nunca hemos tenido una política para la separación familiar».

La oficina del legislador, no obstante, difundió la noche del jueves un memorándum interno del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Departamento de Justicia (DOJ) que describe políticas para afrontar la llegada de inmigrantes en la frontera y en el que figura la «separación de unidades familiares».

Una portavoz del Departamento de Seguridad Nacional señaló que Nielsen siempre ha rechazado que se separen familias migrantes bajo custodia de la Administración federal.

«DHS Nunca ha tenido una política general de separar a las familias bajo custodia», señaló Katie Waldman, del DHS, al diario Washington Post.

La polémica llega en la semana en que un informe publicado por la oficina del Inspector General del Departamento de Salud y Servicios Sociales refleja que las autoridades en la frontera con México separaron a más menores de sus familias de los reconocidos oficialmente.

La investigación calcula que fueron «miles», sin dar una cifra exacta, los niños separados de sus familias que quedaron bajo custodia de la Administración desde 2017, aun año antes de la implementación de la política de «tolerancia cero» contra la inmigración ilegal y que propició la separación de familias.