El presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump. EFE/Ron Sachs/Archivo

Washington – El presidente de EE.UU., Donald Trump, se burló este sábado del alcalde de Londres, Sadiq Khan, a quien llamó «incompetente» tras unos mensajes extraños aparecidos en el Twitter de la Policía Metropolitana de Londres (Met), conocida también como Scotland Yard, y el pirateo de su página web.

«Con el incompetente alcalde de Londres, nunca tendrás calles seguras», escribió Trump en su cuenta de Twitter.

El gobernante retuiteó un mensaje de Katie Hopkins, una polémica columnista inglesa de derechas, quien señaló: «Los oficiales dicen que han perdido el control de las calles de Londres. Aparentemente, también perdieron el control de su cuenta de Twitter».

La Met informó este sábado de que su página web fue pirateada y que han aparecido unos mensajes extraños en su cuenta de Twitter y en su correo electrónico.

Varios tuits, entre ellos uno que hace referencia al rapero Digga D, fueron enviados sin autorización desde su cuenta de la red social, que tiene más de un millón de seguidores, mientras que unos mensajes también raros fueron enviados desde el centro de prensa de la fuerza del orden el viernes por la noche.

El pasado 3 de junio, durante una visita oficial al Reino Unido, Trump arremetió contra el alcalde londinense, a quien llamó «perdedor» y al que comparó con el «tonto e incompetente» edil de Nueva York, Bill de Blasio.

Un día antes, Khan comparó en un artículo publicado en el dominical The Observer el lenguaje que utiliza Trump para movilizar a sus seguidores con el de «los fascistas del siglo XX».

«El presidente Donald Trump es uno de los ejemplos más notorios de la creciente amenaza global. La extrema derecha está en aumento en todo el mundo, amenazando nuestros derechos y libertades tan duramente ganados y los valores que han definido las sociedades liberales, democráticas durante más de 70 años», escribió Khan.

Además, criticó los honores previstos para recibir a Trump en el Reino Unido, donde se reunió con la reina Isabel II y la primera ministra británica, la conservadora Theresa May.

El pasado 8 de julio, Trump afirmó que no trataría más con el embajador británico en Washington, Kim Darroch, tras la filtración de cables críticos con su Gobierno, al que el diplomático calificó de «disfuncional» e «inepto».

Darroch dimitió dos días después en medio de una polémica que amenazaba con empañar la relación entre Washington y Londres.