EFE/EPA/Stefani Reynolds

Washington – El presidente de EE.UU., Donald Trump, vetó el martes por segunda vez este año una resolución del Congreso contra la emergencia nacional decretada por el mandatario en febrero con el fin de desviar fondos para la construcción de un muro en la frontera con México.

En un mensaje enviado al Congreso a última hora del martes, Trump anunció su decisión de frenar una resolución conjunta del Senado y la Cámara Baja aprobada en septiembre, porque «afectaría a la capacidad del país de mantener seguras sus fronteras».

«La situación en nuestra frontera sur sigue siendo una emergencia nacional, y todavía necesitamos a nuestras Fuerzas Armadas para ayudarnos a afrontarla», opinó Trump.

El pasado marzo, el mandatario emitió el primer veto de su Presidencia en respuesta a otra resolución similar de ambas cámaras del Congreso, que también respondía a su decisión de declarar una «emergencia nacional» para financiar su polémico muro.

La declaración de emergencia permite a los presidentes de EE.UU. acceder temporalmente a una potestad especial para hacer frente a una crisis, y en este caso Trump la ha invocado para destinar al muro los fondos que el Congreso aprobó para otras partidas.

Invalidar el veto de Trump requeriría una mayoría de dos tercios en ambas cámaras, algo improbable dado que solo 54 de los 100 miembros del Senado votaron a favor de la resolución conjunta, y 236 de los 435 integrantes de la Cámara de Representantes hicieron lo propio.

Trump justificó su declaración de emergencia por una supuesta «invasión» de drogas y criminales en la frontera con México.

Con ese decreto, el gobernante pretendía reunir 6.600 millones de dólares desviados de distintas partidas ya aprobadas por el Congreso, que se sumarían a otros 1.375 otorgados por el poder legislativo para construir la barrera fronteriza.

Su declaración de emergencia llegó después de una crisis política derivada de la insistencia de Trump en que el Congreso le otorgara 5.700 millones de dólares en fondos para levantar el muro, una de sus promesas estrella de la campaña electoral.

Cuando el Congreso se negó, se produjo un enfrentamiento entre los legisladores y la Casa Blanca que provocó entre los pasados diciembre y enero un cierre parcial de la Administración, un bache que terminó cuando el presidente aceptó 1.370 millones de dólares para la protección fronteriza.