Madrid – A pesar de la alargada sombra del francés Zinedine Zidane, el italiano Carlo Ancelotti ha devuelto el optimismo al Real Madrid en la primera parte de su segunda etapa como técnico del conjunto blanco, pero su verdadero reto llegará en 2022 con la consecución de títulos y que no se repita la caída de 2015.
En cada rueda de prensa y alineación, a Ancelotti se le recuerda que no recurre a las rotaciones en este inicio de temporada. Al 2015 llegó el Real Madrid en un gran momento, mejor que el actual, con 22 victorias de forma consecutiva, récord del club, y tras ganar el Mundial de Clubes.
Pero en el primer encuentro cayó en Mestalla 2-1 frente al Valencia y comenzó el declive. Acentuado porque a principios de febrero sufrió una dolorosa derrota 4-0 frente al Atlético de Madrid. Y la posterior fiesta de celebración de cumpleaños de Cristiano Ronaldo dinamitó todo.
A la par que su gran rival esa temporada, que no ésta, el Barcelona, cambiaba su dinámica. Del polvorín con la relación Leo Messi-Luis Enrique en el foco a conquistar el triplete. Mucho más difícil lo tienen este año, a 18 puntos del líder, el Real Madrid.
El gran ‘debe’ que se le pone a Ancelotti en su segunda temporada, tras la primera en la que conquistó la ansiada décima Liga de Campeones, fue la gestión de los minutos para poder llegar en buen tono físico al final de la temporada.
Aunque el italiano quiso ponderar aquel año y culpó a dos lesiones clave, sobre todo la del croata Luka Modric, para cerrarlo sin títulos.
“Tuvimos una lesión muy grave de Modric que nos afectó en el mediocampo. Creo que Sergio Ramos no jugó en cuartos de Champions… También sé que esa temporada estuvimos a un gol de la final de la Champions y a dos puntos de ganar la Liga”, contestó en rueda de prensa.
Y es que Ancelotti sigue el mismo plan. En la 2014-2015 hubo 17 jugadores que superaron los 1.000 minutos de juego y 13 los 2.000. En la actual temporada, proyectando que continúe con el mismo plan de rotaciones, sin tener en cuenta futuras lesiones o positivos en coronavirus y que el Real Madrid juegue el mismo número de partidos, habría exactamente los mismos futbolistas en ese rango de minutos.
Sin contar al portero belga Thibuat Courtois, que ha jugado todos los encuentros hasta la fecha y que presumiblemente descansará en la Copa del Rey, los tres futbolistas de campo más usados por Ancelotti son Éder Militao (2.157), Vinicius Junior (2.049) y David Alaba (2.037).
Modric, a sus 36 años y aún importantísimo en los esquemas del Real Madrid, aparece como el sexto futbolista de campo más utilizado con 1.396 minutos a sus espaldas en 18 encuentros -de 25–. Y eso que se ha perdido los dos últimos encuentros tras sufrir coronavirus.
Otro pilar del equipo, el francés Karim Benzema, que arrastró a final de 2021 molestias en los isquiotibiales de la pierna izquierda, acumula, a sus 34 años, 1.912 minutos en 23 encuentros. Entre Luka Jovic y Mariano, sus sustitutos, suman solo 427.
Y más allá de estos once días de descanso, una semana sin entrenamientos, que va a disfrutar el Real Madrid antes de estrenarse en 2022, visitando al Getafe el 2 de enero a las 14:00 horas CET, -1 GMT, le llegan partidos cada tres días.
Eso sí, con la posibilidad de rotar en la Copa del Rey. Aunque este plan no le salió a Zidane la pasada temporada, ya que perdió contra el mismo rival, el Alcoyano, en la misma ronda. Primer factor que le invitó a desconfiar de esa ‘unidad B’ que tanto rédito le dio en años anteriores.
Con colchón en LaLiga Santander, de ocho puntos con un partido más en Sevilla, el 13 de enero le llega a Ancelotti su primera piedra de toque para el primer título de la temporada, tras un 2021 en blanco, como las semifinales de la Supercopa de España contra el Barcelona.
Gestionar los esfuerzos de los más veteranos que forman la columna vertebral del equipo y confirmar la resurrección del belga Eden Hazard tras dos titularidades consecutivas con el Real Madrid por primera vez en 25 meses, factores clave para que no se repita la historia de hace siete años.
En lo personal, Ancelotti, además de volver a rendir en la élite tras sus etapas en el Nápoles y el Everton, tiene ante sí uno de sus últimos intentos de ganar las cinco grandes Ligas en Europa.
Tras hacerse con la Serie A con el Milan, la Premier League con el Chelsea, la Bundesliga con el Bayern y la Ligue 1 en su campaña al frente del París Saint-Germain, solo le queda alzar LaLiga Santander para completar el círculo.