Las Palmas de Gran Canaria (España) – La ruta migratoria atlántica entre el continente africano y las islas atlánticas españolas de Canarias ha dejado 88 muertos desde que comenzó el año, según los datos facilitados a Efe por las dos agencias de Naciones Unidas que trabajan en este campo, ACNUR y la OIM.
Entre las víctimas se incluyen los 17 fallecidos de una embarcación precaria (un cauyo) localizada el lunes por los servicios españoles de salvamento a 490 kilómetros al suroeste de la isla de El Hierro, con tres supervivientes.
Según el recuento del programa «Missing Migrants» (Inmigrantes Desaparecidos) de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), desde el 1 de enero han perdido la vida 87 personas intentando llegar a las Canarias en embarcaciones inseguras, de las cuales solo se han recuperado 47 cuerpos.
La delegación en España del Alto Comisionado de Naciones para los Refugiados (ACNUR) coincide en esos mismos registros y le suma una muerte más: la de un inmigrante subsahariano que falleció el sábado pasado en un hospital de la isla de Tenerife, tras haber sido rescatado la víspera.
Entre las víctimas de este año, hay un mínimo de ocho menores de edad y seis mujeres, aunque en este caso la OIM precisa que los datos son incompletos, pues no suele haber mucha información sobre la edad ni el sexo de los ocupantes de las barcas que perecen en el mar.
Desde que comenzó el año, han llegado a Canarias o han sido rescatados en el espacio marítimo cercano 4.361 inmigrantes en 119 pateras, cayucos y otras embarcaciones precarias, según los últimos datos oficiales del Gobierno español.
Esto representa un 125 % más que en el mismo periodo (hasta el 30 de abril) de 2020, según se deduce de los registros del Ministerio del Interior.
Ese año fue el segundo mayor de la historia en número de inmigrantes llegados de manera irregular a las Canarias (23.023), lo que causó una grave crisis de acogida humanitaria. En esas travesías murieron 850 personas, según la OIM. Son subsaharianos y magrebíes que tratan de alcanzar las costas españolas para huir de la grave crisis sanitaria, económica y social causada por la pandemia de la covid-19.